Xavier Deltell protagoniza junto al también televisivo Bermúdez Monólogos de Navidad, en el que ambos humoristas mostrarán el lado más cómico de las fiestas. La función se celebrará mañana a las 20.30 horas en el teatro Rosalía, y las entradas cuestan entre 10 y 18 euros. Se pueden retirar en la plaza de Ourense, el teléfono 902 343 443 y, el mismo día de la actuación, en la taquilla del Rosalía.

-¿En qué consiste un monólogo de Navidad?

-Hemos titulado así el show, pero mi parte del espectáculo se titula Deja vu deja va cada día te quiero más, jugando con el tema de Gipsy Kings. Hago un repaso de canciones que me han marcado y analizo sus letras, porque a veces no pensamos que hay letras que pueden afectar nuestro estado de ánimo o llegar a volvernos majaras (risas). Analizo desde las nanas, como la de 'Duérmete niño, duérmete ya, que viene el coco y te comerá', y pienso cómo se va a dormir, si le amenazas con que un ser lo va a devorar. Pero hago hincapié en villancicos, ya que estamos en Navidad.

-¿Y saca mucho material cómico de ahí?

-Son realmente espectaculares, desde la burra que va a Belén cargada de chocolate, a que en el mismo portal hay estrellas, sol y luna, todo a la vez. Algo raro pasa ahí.

-¿Cuál es la mayor barbaridad que ha oído en una canción navideña?

-Cuando dicen 'Asómate a la ventana, verás el niño en la cuna...'. ¿Qué había, un bloque de pisos enfrente? (risas). O lo que llevaban los Reyes Magos, oro, incienso y mirra. ¿Qué demonios es la mirra? (risas). Hay mucho que analizar ahí, porque no nos paramos a pensar en las letras de las canciones, pero tienen un trasfondo muy, muy fuerte. Es como el tema de Roberto Carlos El gato que está triste y azul. ¿Qué le pasaba a ese gato? (risas).

-¿Qué otros temas disecciona, además de los villancicos?

-Llevo una serie de canciones veraniegas y de amor, y las voy mezclando. También hablo de programas de televisión de antes, y series de dibujos como Heidi y Marco, de cómo me marcaron.

- Se trata entonces de un espectáculo generacional?

-Sí, la gente que ha vivido estas cosas lo va a pasar bien, porque les va a hacer recordar, y los más jóvenes se van a reír también, porque esas canciones seguro que les suenan, como Eva María y las de Georgie Dann. Todos las han escuchado, y explico que eso lo he vivido, y quiero que entiendan que soy así porque lo que me ha tocado vivir es muy duro (risas).

-¿Era peor eso que lo que hay en la actualidad? ¿Son más atroces las letras de Fórmula V que las de Maldita Nerea?

-Yo creo que sí. He prestado atención a estas cosas y creo que con el tiempo todo ha mejorado. Piense en canciones como Eva María, que yo me pregunto por qué esa señora lleva a la playa una maleta de piel (risas). Nadie, pero nadie, lleva una maleta de piel a la playa, y desde eso a las canciones de Georgie Dann, como La Barbacoa o El Chiringuito, y un largo etcétera, que buscaban estribillos facilones. Eso se ha perdido, pero antes cada año tenía su canción del verano, y analizo todo lo que generaba.

-¿El amor tiene también cabida en su número?

-Sí, analizo canciones románticas. Por ejemplo, el Y como es él de Perales, para mí, es una historia de cuernos, aunque parece ser que es un padre hablando con su hija.

-Yo también creía que esa canción relataba una infidelidad.

-Claro, todos lo pensamos (risas), pero luego leí que se la había dedicado a su hija, y si lo miras bien, tiene sentido. Yo hago una historia a través de otros temas, como Buenas noches, señora, en la que llego hasta esa historia de cuernos, y con eso analizamos cómo es esa persona y cómo descubre que su mujer se los pone.