El alcalde, Carlos Negreira, garantizó ayer que la estación intermodal de A Coruña se construirá tal y como salió del concurso convocado por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) porque el proyecto elaborado por el arquitecto gallego César Portela, dice, "reúne los requisitos para que se ejecute". Según el regidor, el diseño dará un "buen servicio", reunirá varios medios de transporte y propiciará la "regeneración" de dos barrios -Os Mallos y Elviña-. Además, destacó que es una idea "modular", que se puede desarrollar en fases, y, pese al coste total de la construcción, alrededor de 180 millones, prometió que el Gobierno central le dará "celeridad" a la tramitación del proyecto.

"Se le puede llamar de todo menos faraónica", añadió, en referencia a las palabras del delegado del Gobierno, Samuel Juárez, que aseguraba que algunas estaciones ferroviarias proyectadas en Galicia eran "faraónicas" y tendrían que replantearse. Negreira zanja así las dudas sobre el proyecto, aunque no garantiza su ejecución en el plazo ofrecido por los anteriores Gobiernos central y local, 2014. Al Ejecutivo estatal le reprochó que en ocho años no dejase "ni un euro" para la construcción de la estación intermodal de San Cristóbal y denunció que, en este período de tiempo, solo dejó en herencia "un bonito papel". Así pues, a la nueva ministra de Fomento, Ana Pastor, le tocará, recordó, encargar el proyecto básico, el de ejecución y sacar a concurso la obra. Y así lo hará, aseguró Negreira: "Haremos los deberes".

Eso sí, los siguientes pasos que se den para levantar la infraestructura serán de la mano de la Xunta, hasta ahora, dice, "excluida" del proceso de elección del diseño. "Iniciaremos un nuevo camino, el de la inclusión, para ser capaces de poner dinero donde otros pusieron un papel sin desarrollar", aseguró el alcalde, que no especificó si se le pedirá al Gobierno autonómico que aporte financiación para el traslado de la estación de autobuses, que es de su competencia. El convenio firmado por el Gobierno local del exalcalde Javier Losada y el exministro de Fomento, José Blanco, condicionaba a acuerdos con la administración gallega esta inversión que, en caso de no llegar a pactos, aportaría el Concello.

Pese a esta cláusula del documento, la portavoz del PSOE, Mar Barcón, acusó ayer a la Consellería de Infraestruturas de "chantajear" al Ayuntamiento por condicionar el apoyo económico al conocimiento de los detalles del diseño. "Si no conocen el proyecto es porque no quieren, porque contó con un representante en el jurado que lo eligió", recordó la concejala, que añadió que el portavoz de la Xunta era el actual concejal de Urbanismo, Martín Fernández Prado. La socialista destacó la "enorme importancia" de la estación intermodal para la ciudad y pidió que el alcalde no "renuncie" a que la Xunta disponga de presupuesto para las obras.

El grupo municipal del BNG criticó el proyecto porque, dice, "no deja a A Coruña bien comunicada" al no incluir la llegada del tren de cercanías. Según los nacionalistas, puede darse la paradoja de que la ciudad pueda estar conectada "muy bien" con Galicia y con España, a través de la alta velocidad y de ferrocarriles de larga distancia, y tener "conexiones deficientes con O Burgo, Cambre, Betanzos o Ferrol". Además, el Bloque también denuncia que el diseño incluye áreas comerciales que, dice, "impactarán negativamente en el pequeño y mediano comercio de la ciudad".

El concejal de Esquerda Unida-Os Verdes, César Santiso, calificó la estación intermodal de "importante" para la mejora de la movilidad en la ciudad y cree positivo que se garantice la ejecución del proyecto. El edil pide que el desarrollo de obras sea "lo más rápido posible" y que también se apueste por la finalización de la tercera ronda y por la ampliación de la avenida de Alfonso Molina.

La Junta de Gobierno Local aprobó ayer el cambio en la normativa del talón restaurante para poder ofrecer el servicio a un número mayor de usuarios tras la devolución el año pasado de 6.000 bonos. Hasta ahora, las personas mayores podían comer a diario en restaurantes de su barrio por 3,5 euros -otros 3,5 euros los subvenciona el Concello-, para lo que recibían 25 talones. Tras la recepción a finales de 2011 de miles de cupones sin utilizar, la Concejalía de Servicios Sociales ha decidido crear cuatro opciones dentro de la prestación. Así, un trabajador social valorará la situación personal de cada beneficiario y le otorgará 10, 15, 20 o 25 bonos. Con esta medida y el aumento del presupuesto, el responsable del departamento, Miguel Lorenzo, pretende pasar este año de 373 a 600 usuarios. "Hacemos este cambio para mejorar la normativa y permitir el acceso de más personas, pero los que tengan necesidad tendrán los 25 talones", explicó.

La portavoz del PSOE, Mar Barcón, criticó el cambio del servicio, creado por el anterior Gobierno local, por considerar que es un "recorte" y deja "desamparados" a muchos usuarios. "Es un momento de especial crisis y, además, a algunos también les afectará que antes tenían atención a domicilio gratis y ahora no", denunció la edil, que recordó que los pensionistas sufrieron la subida del precio del billete del bus en cinco céntimos.

La junta de gobierno también aprobó la solicitud de inscripción en el Registro de la Propiedad de una parcela de 1.134 metros cuadrados al lado de la residencia de la tercera edad Torrente Ballester, en el Agra de San Amaro, que fue devuelta al Concello por parte de la Xunta tras la construcción del edificio. Fue en 1989 cuando el Ayuntamiento cedió la parcela para el geriátrico, pero el Consello de la Xunta accedió ahora a devolver esos metros, ya que no los necesitó para el geriátrico. Lorenzo no desveló ayer el uso que se le dará.

El Gobierno local acordó también ceder a la Asociación de Bulimia y Anorexia un local en el Barrio de las Flores que la entidad reformará con un proyecto de 125.000 euros.