Las otras dos terminales gallegas no son los verdaderos rivales de Alvedro, según el portavoz municipal del BNG, sino la de Oporto, por lo que defiende la coordinación entre los tres aeropuertos de la comunidad autónoma para acabar con la competencia "letal" que existe ahora entre ellos y que a su juicio solo beneficia a la ciudad portuguesa. Xosé Manuel Carril participó ayer en los encuentros digitales que organiza LA OPINIÓN sobre el futuro de Alvedro y se mostró partidario de modificar el sistema aeroportuario español, que consideró "unipolar y centralista" por obligar a que los principales vuelos transiten por Madrid.

El dirigente nacionalista se pronunció a favor de que el Estado ceda las competencias sobre los aeropuertos a la Xunta para poder hacer frente a la competencia de Oporto y rechazó el modelo de concesión de ayudas a las compañías ahora vigente por estimar que además de no ser la mejor opción para los aeropuertos gallegos, en la actualidad "prima a uno en detrimento de los otros dos".

En relación con las críticas vertidas por algunos participantes en el encuentro sobre las molestias causadas por los vuelos de Alvedro a los vecinos de la comarca, Carril recordó que el BNG ha defendido siempre la "consulta y el diálogo" con los afectados por el aeropuerto antes de acometer actuaciones en sus instalaciones con el fin de causar "el menor impacto posible en sus vidas" y añadió que la ampliación que se lleva a cabo de la pista "no va a garantizar su viabilidad futura", ya que este objetivo solo se logrará en su opinión mediante la puesta en marcha de otro tipo de sistema de gestión de los aeropuertos.

Pese al elevado coste que supuso la instalación del equipo ILS II/III en Alvedro para evitar los frecuentes desvíos de vuelos a causa de la niebla, el portavoz nacionalista se manifestó partidario de que se hubiese realizado esa inversión, aunque no con el fin de competir con los otros dos aeropuertos gallegos. Para Xosé Manuel Carril, cualquier actuación que se realice en estas infraestructuras debe perseguir la cooperación entre Alvedro, Peinador y Lavacolla, incluso en el terreno de las comunicaciones entre los tres, de forma que sea más sencillo acceder a cualquiera de ellos.