Nacida en Toledo pero coruñesa de adopción, Lucía Ruiz de Aguirre demuestra que todo tipo de objetos pueden ser reutilizables. Que a partir de un simple bote de cristal y con mucha imaginación y gracia puedes crear un perfecto y único florero. Licenciada en Arquitectura por la Universidad de A Coruña y con una marca propia de ropa, Lucía se define como una diseñadora polifacética, y es que no puedes encasillarte en un tipo de diseño en concreto si creas edificios pero también agujas y mecheros.

La idea de un workshop no es algo reciente. Cuando las clientas de su marca de ropa empezaron a preguntarle cómo podían hacer ellas mismas cosas como las que Lucía diseñaba, decidió montar un taller donde pudiese enseñarles la forma de realizarlo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que encontrar el material con el que confeccionar los diseños no era tarea fácil para sus alumnas.

A día de hoy no quedan tiendas de labores en la ciudad y apenas hay proveedores nacionales, todo se importa de diferentes partes del mundo. Así que pensó, ¿qué mejor que crear un local donde a parte de poder comprar todo lo necesario se pudiese acudir a aprender?

La emprendedora constata que, quizás por la etapa histórica actual, un momento donde el compromiso vence a la comodidad, o quizá por las ganas de convertirse en personas autodidactas, la gente quiere aprender y formarse.

La clientela de Como Molo, en Gómez Zamalloa, es principalmente joven, la tienda sigue un enfoque muy contemporáneo donde lo tradicional no tiene cabida. Quiere dejarse atrás cualquier tópico de que el ganchillo solo sirve para hacer tapetes, que trabajar con aguja e hilo es cosa de abuelas. De esta forma, Lucía y Rebeca, compañera y encargada de gestionar la tienda y los talleres, muestran cómo customizar una camiseta, crear bolsos a partir de fundas de almohada, y hasta inventar lámparas con moldes de magdalenas.

Esta tendencia tiene nombre, es el DIY: Do It Yourself o háztelo tú mismo. Son lecciones de reciclaje, de probar a reutilizar algo customizándolo antes de tirarlo a la basura, de cambiar y añadir detalles para convertirse en una auténtica diseñadora o diseñador.

Ésta es la principal misión de Lucía y Rebeca, enseñar a sus alumnas y clientas a fabricarse sus propios objetos de forma creativa. "Nosotras las guiamos durante todo el proceso pero dejamos que sean ellas quienes lo hagan, desde el primer e imprescindible paso hasta el último. Ésa es la única forma de aprender" afirma Lucía.

Lo que es un local comercial de labores por las mañanas se convierte en tienda-taller por las tardes. Cada día se imparten cursos diferentes, se proponen actividades que van desde la costura a máquina hasta el ganchillo Free Style, un tipo de ganchillo moderno para todo tipo de prendas y objetos. También destacan los encantadores Amigurumis, muñecos de ganchillo hechos siguiendo una singular técnica japonesa, la especialidad de Rebeca.

En Como Molo se puede encontrar todo lo que es tendencia en blogs y revistas pero también cualquier cosa que salga de la imaginación. Lleva menos de un mes abierto y tanto el éxito como la afluencia son enormes, pero como afirma Lucía "todo lo conseguido no se logró a partir de cero, la mayoría de mis clientas me conocen desde hace tiempo, son ya muchos los años a mis espaldas de cara al público".

Este verano y de forma excepcional se llevarán a cabo talleres especialmente diseñados para niños. Se les enseñará a los más pequeños como crear y decorar sus propios cuadernos con sus propias manos, y finalizarán sus proyectos con el grito de guerra: ¡Cómo molo!. Y es que a veces solo son necesarias pequeñas ideas para grandes proyectos.