El Gobierno local ha decidido mantener a 17 socorristas y dos motos de aguas en las playas de la ciudad si el buen tiempo se extiende más allá del 16 de septiembre, fecha en la que estaba previsto suspender el servicio. El concejal de Seguridad, Julio Flores, anunció que su departamento baraja la ampliación de la vigilancia en los arenales durante una semana más, hasta el 23 de septiembre, tras las situaciones registradas en años anteriores, cuando a finales de este mes e incluso en octubre el buen tiempo llevó a la playa a cientos de coruñeses. En las playas trabajarían, en el mismo horario que hasta ahora, la mitad de los efectivos que hay actualmente.

El edil hizo balance ayer de los dos meses y medio de servicio de socorrismo en Riazor, Orzán, Matadero, As Lapas, Oza y San Amaro. Los miembros del servicio de emergencias atendieron 800 incidencias, un 20% menos que el año pasado. Flores achaca el menor número de asistencias a la "mayor concienciación" de los ciudadanos ante los riesgos del mar o el sol y a que los socorristas están "mejor formados". La "gran mayoría" de intervenciones, dijo, fueron de limpieza y desinfección de heridas superficiales, picaduras de escarapotes o alergias, aunque también se detectaron 11 lipotimias y cinco personas sufrieron quemaduras solares.

Los socorristas tuvieron que realizar, desde el 15 de junio hasta el 30 de agosto, doce rescates, en alguna de las siete motos de agua con las que cuenta el servicio. La mayor parte de estas incidencias, y las más difíciles, apuntó Flores, se registraron en Riazor y Oza. El responsable de Seguridad añadió que, entre este tipo de intervenciones, los efectivos tuvieron que atender a dos personas de avanzada edad. Una de ellas sufrió una parada cardiorrespiratoria en la orilla.

El también portavoz del Gobierno local destacó la "buena acogida" entre los bañistas del horario unificado de la vigilancia para todas las playas de la ciudad, entre las once de la mañana y las nueve de la noche, y del servicio de pulseras para niños, para que estuvieran identificados ante una posible pérdida. Los socorristas repartieron en dos meses y medio, afirmó el concejal, 250 dispositivos.

Flores también recordó que durante las mareas vivas o en los días de máxima afluencia a los arenales el servicio de emergencias contó con más personal y que también se incrementó la vigilancia en la noche de San Juan o en eventos deportivos que se celebraron en las playas. También señaló que los arenales también contaron con un médico y un servicio de enfermería para atender incidencias. "Se cumplieron con creces los servicios mínimos exigidos", explicó el edil, que compareció acompañado de la jefa de Protección Civil, María José Rodríguez, que no intervino en la presentación.