La fábrica de la Coca-Cola se empezó a construir en 1959 y se acabó en 1962. Fue una de las primeras obras, la primera importante de Andrés Fernández-Albalat Lois. Para darle una cubierta al proceso de fabricación del refresco, Albalat optó por el desnudo, por dejar que cualquiera pudiese entender cómo se hacía la Coca-Cola, esa bebida tan nueva y tan americana. Puso cristales y dejó que se viesen las máquinas, la embotelladora... Todo. El edificio tiene influencias de la arquitectura de los Estados Unidos de los años cincuenta. Ofrece también una imagen bucólica porque introduce una lámina de agua rodeada de césped, que ofrece una imagen refrescante y que separa al edificio del suelo, integrándolo en la naturaleza. El edificio ha sufrido muchas modificaciones y ampliaciones. Antonio Tenreiro Brochón participó también en la creación de la fábrica actual.