Ingleses y turistas del norte de Europa llegaban en masa a los puertos de A Coruña y Ferrol durante la Edad Media para hacer la ruta medieval de peregrinación a Compostela. En la dársena coruñesa se dieron cita hasta un centenar de barcos con peregrinos de todas nacionalidades. De ser una vía de referencia en la que se contabilizaron hasta 3.000 romeros en un Año Santo pasó a convertirse en una opción "minoritaria" que apenas recibe un 1% de los caminantes, frente al 80% que concentra el Camino Francés.

En la Oficina de atención al peregrino de la ciudad reconocen que hay pocos casos de gente que empiece su peregrinaje desde la Ciudad Vieja, pero destacan el repunte de viajeros en los meses de agosto y septiembre. La organización ha registrado este verano un aumento en el número de personas que parten de A Coruña hacia Santiago y solicitan sus credenciales para alojarse en albergues. "Si antes de cada 25 personas que venían por el local uno empezaba aquí la ruta, estos meses hubo cinco por cada 25", explica una de las voluntarias.

Esta subida repentina lo atribuyen a la crisis porque consideran que no es "un buen momento para caminos largos". Se trata de "peregrinos de fin de semana" a los que este recorrido le permite llegar al Obradoiro en dos días. Los 74 kilómetros de esta variante también sirven de entrenamiento a otros caminantes que tienen intención de completar el trayecto con el que puedan recibir la Compostela "cuando tengan más tiempo".

Para el portavoz de la Cofradía del Apóstol Santiago en A Coruña, Manuel Soto, se trata de "la Cenicienta del Xacobeo" porque al tener menos de 100 kilómetros los que se deciden a hacerlo no tienen derecho a recibir la Compostela que acredite que han realizado el Camino. La "deficiente" señalización y el hecho de que solo haya un albergue no convencen a los caminantes a la hora de elegir itinerario.

El recorrido tiene tan poco tránsito que ni siquiera existen datos oficiales de cuántos peregrinos se decantan por este camino a sabiendas de que no obtendrán la Compostela. En la Oficina de Acogida del Peregrino de Santiago solo recogen las salidas del Camino Inglés en Ferrol o Neda, pero no las de A Coruña. Según las estadísticas del organismo el 90% de los peregrinos parte de Ferrol y el 9% de Neda, por lo que la variante coruñesa apenas copa el 1% restante.

El año pasado de los 2.720 usuarios del Camino Inglés solo cinco arrancaron desde A Coruña. La tendencia se mantiene en los últimos ocho años. Aunque en 2006, 2007 y 2010 se superaron los doscientos peregrinos en el itinerario coruñés, en ningún caso supuso más del 2% del total de los que se animaron a conocer la ruta de los ingleses.

El albergue de Bruma en Mesía es el único que hay en el Camino Inglés que sale desde A Coruña, después de que los romeros ya hayan superado la mitad de la etapa. Quienes escogen la vía coruñesa no tienen alojamiento hasta pasar 38 kilómetros, mientras que los que salen de Ferrol pueden descansar antes en Covas, Neda y Miño.

En Bruma se unen la ruta ferrolana y la coruñesa y, según el propietario del albergue, de los 2.200 alojados en el local en lo que va de año, solo 150 llegaron de A Coruña. Desde el último Xacobeo hubo un repunte de usuarios sin bajar ningún año de las 2.000 pernoctaciones.