La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo se ha llevado una idea "impactante" de la ría de O Burgo. Los parlamentarios, que visitaron ayer el estuario a petición de la Plataforma en Defensa de la Ría y de la Cofradía de Pescadores, comprobaron que, en algunas zonas, los lodos superan el metro y medio de profundidad, por lo que urgen al Estado que ejecute un plan de saneamiento del estuario.

Este no se empezará a elaborar hasta dentro de, por lo menos, dos meses, ya que será entonces cuando se conozcan los análisis de los lodos, que se comen un 2% de la productividad de la ría cada año. Cuando el Estado sepa a qué se enfrenta, qué tipo de materiales esconden los fangos que cubren la ría, elaborará un plan de saneamiento. Según la directora del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar), Covadonga Salgado, una de las encargadas de defender ayer la postura de la Xunta ante los europarlamentarios, la solución podría pasar por una alternativa al dragado ya que se pueden "remover sedimentos que llevan muchos años" en el fondo del estuario.

"Ha sido un viaje horrible, muy muy muy malo", enfatizó ayer una de las europarlamentarias, la austríaca liberal Angelika Werthmann, que contradijo al director de Augas de Galicia, Francisco Menéndez, cuando insistió en que solo el 0,7% del agua que se vierte a la ría lo hace sin pasar antes por la depuradora y en que el material fotográfico que los peticionarios aportaron a la misión europea para explicarle el estado de O Burgo no se correspondían con la situación actual de la ría.

"He visto basura, porquería y piezas de metal flotando. Si alguien captura marisco aquí y la gente se lo come, realmente estoy muy preocupada", sentenció la europarlamentaria austríaca, que cuestionó los métodos de la Xunta para clasificar todos los bancos marisqueros como zonas B, algo que permite a los mariscadores comercializar sus capturas en vivo siempre y cuando hayan pasado antes por un proceso de depuración. La comisión alertó de que esto se convierte en un problema de salud pública cuando el marisco lo capturan furtivos y no se depura.

"No soy bióloga ni química pero me temo que el enfoque es erróneo", dijo la representante letona de la coalición de Los Verdes Greens/EFA, Tatjiana Zdanoka, que cuestionó el método que utiliza la Xunta para asegurar que el agua que llega a la ría está limpia porque, durante su viaje, a pie y en embarcación por O Burgo vio que el gran problema del estuario ahora procede de los lodos. "Soy matemática y sé que, en teoría, todo se puede demostrar, pero, en la práctica, lo que he visto hoy (por ayer) es lo que hay", recalcó la europarlamentaria letona, que aseguró que las denuncias que habían motivado su visita a la ría eran "fundadas".

A pesar de que los métodos de la Xunta fueron cuestionados, el Intecmar defiende que su personal sigue todas las normativas europeas, que están avalados por una agencia de calidad independiente y que los análisis se hacen en colaboración con la Cofradía.

Los representantes de la Eurocámara fueron testigos ayer de la tensión que hay entre el Gobierno gallego y los colectivos que defienden el saneamiento de O Burgo, así que instaron a las entidades a dejar a un lado "los partidismos" y a trabajar por la limpieza de la ría, aunque sea con "retraso". El presidente de la misión, el francés Philippe Boulland, del grupo popular europeo (EPP), aseguró que no le importaba de quién era la culpa, que no era su comisión la encargada de señalar con el dedo a los responsables de la limpieza ni del retraso acumulado porque lo importante era que había que "tratar los lodos" aunque los datos de la Xunta fuesen ciertos.

"La calidad del agua y los fangos no son indisociables. Aunque el agua fuese de una pureza absoluta, es un problema de economía y empleo", destacó en la reunión con la plataforma Philippe Boulland. Bastante menos receptivo a las quejas de los vecinos y mariscadores estuvo su compañero de grupo, el español del PP Carlos Iturgaiz, que no viajó en el autobús oficial de la misión sino en un utilitario con chófer ni bajó al pantalán flotante a ver la profundidad de los lodos y estuvo más pendiente del móvil durante la reunión de trabajo con los peticionarios que de lo que se estaba diciendo en el Jardín Botánico de Culleredo.

La declaración conjunta de la Comisión de Peticiones asegura que, tras su visita a Vigo, Ferrol y O Burgo "ha constatado la legitimidad de las peticiones y el retraso de las autoridades en la aplicación de directivas europeas en materia de medio ambiente y los numerosos perjuicios ocasionados". Este documento fue un poco más conciliador que la reunión mantenida con los peticionarios y es que le reconoce a las instituciones el beneficio de haberse esforzado por "limitar los efectos nocivos" de la situación de los estuarios, aunque asegura también que "quedan muchos interrogantes por aclarar" y que aguardan "respuestas de las autoridades".

Tras este viaje a Galicia la delegación emitirá un informe "hacia finales del mes de mayo" que será debatido -incorporando actualizaciones- en presencia de los interesados. Después, este documento irá a parar a la Comisión Europea, que es el órgano ejecutor y encargado de decidir si procede abrir un expediente sancionador al Estado. Y es que Boulland asegura que el Parlamento europeo quiere comprobar que sus fondos "se utilizan de una forma adecuada y respetando las normativas".

A la pregunta de si habrá más partidas presupuestarias para seguir acometiendo obras en la ría de O Burgo, Boulland contestó que queda todavía "mucho trabajo por hacer", sobre todo en el tema de los lodos, pero que tendrá que ser el Estado el que solicite ese dinero aunque Europa solo se lo concederá si hay "un equilibrio entre las ayudas económicas y el medio ambiente".

El Gobierno gallego confía en que así sea, ya que manifiesta que ha puesto en marcha proyectos para atajar el problema del saneamiento de las aguas. "A ellos no les gustaron las cosas que vieron, aunque les gustó que teníamos respuesta a las cuestiones que nos planteaban", sentenció Menéndez, en una rueda de prensa posterior a las conclusiones de la comisión europea. El director de Augas de Galicia criticó a los peticionarios por haber acercado a los europarlamentarios al asentamiento chabolista de A Pasaxe. "Como no hay vertidos les llevan a ver un problema social", denunció Menéndez.

El alcalde de Culleredo, Julio Sacristán, se quejó ayer de que la comisión no le hubiese invitado a la reunión de trabajo con los eurodiputados, a pesar de que no acudió al encuentro con los peticionarios y la Xunta, que era abierta a todos los interesados.