El desarrollo de las operaciones militares en los primeros meses de la Guerra Civil dejó al ejército franquista sin más fábricas de armas para abastecer a sus tropas que las de Sevilla y Granada, por lo que los sublevados se plantearon la producción de armamento en alguna de las ciudades que quedaron en sus manos desde el primer momento, entre las que A Coruña fue la elegida. La fabricación comenzó en febrero de 1937 y, a falta de edificios propios para desarrollar los trabajos, se utilizaron las escuelas Da Guarda y Curros Enríquez, así como los talleres La Torre, situados frente al segundo de esos centros escolares.

La maquinaria llegó de la fábrica existente en Oviedo una vez que lo permitió la situación del frente de Asturias, de forma que el primer fusil elaborado en las instalaciones fue conocido como el modelo O.C. (Oviedo-Coruña). La necesidad de disponer de personal preparado para el trabajo de la factoría llevó a que ya en 1939 se crease la Escuela de Formación Profesional Obrera, que dotó de trabajadores cualificados a la empresa, caracterizada por su estrecha vinculación al Ejército durante su primera etapa.

Al igual que otras grandes empresas públicas de la época, la Fábrica de Armas proporcionó ventajas sociales a su plantilla como economato, atención médica, actividades culturales e incluso deportivas, entre las que destaca la creación de un equipo de fútbol, el Deportivo Juvenil, que fue filial del Real Club Deportivo y que acabó por fusionarse con el Fabril.

En los años cuarenta surgió el proyecto de construcción de una nueva fábrica que pensó en instalarse en las cercanías de la actual estación del ferrocarril y en otras ubicaciones, aunque finalmente fue Pedralonga el lugar elegido y donde no llegó a ponerse en marcha hasta 1958 y con una plantilla de más de 1.200 trabajadores, a los que se ofertaron las 118 viviendas construidas para ellos en Palavea. La factoría pasó a integrarse en el Instituto Nacional de Industria y diversificó al sector civil su producción para paliar su fuerte dependencia de la fábrica de Oviedo. Durante los años ochenta, Santa Bárbara, el grupo público estatal en el que se incluye la fábrica coruñesa, inicia un periodo de declive que deriva en la reducción continua de la plantilla. El Gobierno del PP decide finalmente vender en 2001 todo el grupo a la estadounidense General Dynamics que ahora anuncia su decisión de cerrar las instalaciones de A Coruña.