Antonio Rodríguez Sotillo ejerce como jefe del servicio de lesionados medulares del Centro Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). De su contacto diario con jóvenes aquejados de paraplejias y problemas de movilidad física constató que, más allá de los trabajos médicos, la verdadera integración social pasa por una formación especializada que permita hacerse con un hueco en el mercado laboral.

Por ello, hace tres años impulsó la creación, a través de la Fundación Averhó, de la primera edición del Programa de Alta Especialización en Animación 3D. El objetivo: formar a un grupo de jóvenes con movilidad restringida en las nuevas tecnologías vinculadas al mundo de la comunicación y del diseño 3D. En total, quince alumnos comenzaron allá por 2010 sus primeras tomas de contacto con los programas de diseño digital y la jerga del mundo audiovisual.

Rodríguez Sotillo asegura que la elección del diseño 3D como área de conocimiento en la que formar a los alumnos de la fundación llego "por casualidades de la vida". "Fue Celestino Hermida quien planteó la idea", comenta en referencia al director de ÁREA 5.1 Factoría Audiovisual y secretario de la fundación. - insiste en el potencial del diseño 3D y en concreto, del gallego, a la hora de competir. "La película O Apóstolo tuvo catorce nominaciones a los Goya y El Bosque Animado, que en su día fue pionera en el género a nivel estatal, se hizo en A Coruña y fue una obra de Manolo Gómez", asegura.

Precisamente, esta primera hornada de alumnos que se curtió a lo largo de estos tres años en las aulas del Centro de Promoción de la Autonomía Personal (CPAP) de Bergondo puso ayer un punto y final simbólico a esta etapa con la mente ya puesta en un mercado laboral que, pese a las pocas posibilidades que ofrece, reclama cada día más la especialización a los aspirantes a un empleo.

El acto de entrega de diplomas a los primeros titulados del programa, que se celebró ayer en el centro sociocultural Ágora, sirvió para poner de manifiesto el interés que la actividad despierta entre instituciones públicas, fundaciones y empresas privadas. Al acto asistieron el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el alcalde, Carlos Negreira; el director general de la Fundación en España, Santiago Moreno; y la presidenta del Consejo Territorial de Galicia de la Fundación Once, María Dolores Venancio.

Rodríguez Sotillo reconoce las dificultades para hacerse hoy en día con un hueco en el mercado laboral pero asegura que, luego de tres años de formación, los quince seleccionados "tienen contacto con profesionales nacionales e internacionales del sector". Al margen de ello, el presidente de la fundación analiza la posibilidad de que en el futuro los alumnos puedan acceder a cursos de la ONCE orientados al empleo o autoempleo o, incluso, a un puesto de trabajo "en una empresa de corte social impulsada por la fundación". "Puede darse el caso de que haya gente que no quiera irse a Londres, Hollywood o París, donde hay trabajo, y que prefiera quedar a aquí", asegura.

Con la salida de esta promoción, este año retoman el contacto con el mundo del diseño otros quince alumnos. Pese a la discapacidad física, al menos, a partir de ahora, podrán vivir su vida con mayor normalidad aunque, como Rodríguez Sotillo reconoce, en estos tiempos eso implique convertirse en "profesionales en paro". Como el resto de los mortales.

José Francisco Maneiro fue ayer el encargado de presentar en la clausura el resultado de meses de trabajo en equipo: el cortometraje Entre Navidades, una pieza audiovisual de cuatro minutos y medio que sirvió a los alumnos para poner en práctica los conocimiento teóricos aprendidos a lo largo de estos años y para trabajar en el ambiente y con los procedimientos con que se trabaja en una empresa audiovisual al uso.

A lo largo de este último curso, los alumnos de centraron en los trabajos de animación de los personajes del corto, que se corresponden con los de la película Holy night!. José Francisco aseguró ante los asistentes a la entrega de diplomas la entrega dedicada a lo largo de estos años por los alumnos del programa. "Muchos de mis compañeros se han dejado la piel en este curso", comentó. Según explica Rodríguez Sotillo, el cortometraje comenzará a circular ahora por certámenes audiovisuales del estado en que se medirán la calidad y el trabajo de este equipo humano.