Puertos del Estado ha procedido hoy a las fondeo de una nueva boya oceanográfica compleja en las cercanías de Punta Langosteira, en un punto con una profundidad asignada de 60 metros y a aproximadamente un kilómetro del morro del dique del puerto exterior para medir las condiciones meteorológicas.

El nuevo equipo, que ha sido presentado en la sede de la Autoridad Portuaria por el jefe del Área de Conocimiento del Medio Físico de Puertos del Estado, Enrique Álvarez Fanjúl, será capaz de medir oleaje, corrientes, presión atmosférica, viento, y temperatura del aire y del mar.

Los datos registrados se transmitirán cada hora a tierra y serán puestos a disposición de los usuarios a través de la página web de Puertos del Estado o de la aplicación IMar para dispositivos móviles.

La Autoridad Portuaria de A Coruña utilizará esta información como elemento de ayuda para la gestión de sus actividades.

Los datos podrán ser utilizados, de forma gratuita, por múltiples sectores socio-económicos, tales como pesquerías, navegación comercial y recreativa, seguridad marítima o lucha contra la contaminación en el mar.

A fin de aumentar la seguridad del equipo, estará dotado de una unidad AIS (Automatic Identification System), que permitirá su control permanente desde tierra y la visualización de su posición desde buques dotados de esta tecnología.

Adicionalmente, la Autoridad Portuaria reforzará su visibilidad mediante el fondeo, en las cercanías del instrumento, de una boya de señalización de gran tamaño.

Álvarez Fanjñul ha destacado que este equipo científico es el último elemento incorporado a los sistemas de monitorización y predicción del medio marino de Puertos del Estado, una compleja red de instrumentos y sistemas que proporcionan un completo diagnóstico del estado del mar en las costas españolas y una predicción sobre su evolución en los próximos días.

El fondeo de esta boya se enmarca, además, en un plan de racionalización de gastos, ya que sustituye a dos equipos anteriores, de menor porte y complejidad, ubicados en la misma zona.

Este cambio permitirá reducir prácticamente a la mitad los gastos de mantenimiento y, al mismo tiempo, mejorar la información disponible, ya que los equipos ahora retirados eran menos sofisticados y sólo capaces de medir oleaje.