El PSOE obtuvo 6 concejales en las primeras elecciones municipales, entre los que se encontraba Antonio Campos Romay, quien repitió en la siguiente Corporación. Cuando surgió el conflicto interno en las filas socialistas, fue uno de los ediles que permaneció fiel a la disciplina del partido.

-¿Cómo explica la victoria obtenida por el PSOE en 1983?

-La ciudad estaba en una cierta penuria y Paco fue capaz de interpretarlo en una clave de impulsar la ilusión de los ciudadanos a través de la capitalidad a sabiendas de que tenía poco recorrido, porque la gente necesitaba algo a lo que aferrarse. Tuvo como ventaja sobre Joaquín López Menéndez que tenía detrás el partido socialista y, además, hubo el reflejo del triunfo anterior de Felipe González. Sabía llegar muy bien a la ciudadanía y su actitud en el Parlamento gallego prendió en A Coruña, que venía de una etapa gris porque la Corporación anterior intentó resolver problemas pero no había ni recursos ni la mayoría política necesaria.

-Pero la mayoría absoluta le duró poco a los socialistas.

-Paco supo manejar muy bien la escisión para consolidar el gobierno porque es un animal político. No fue duro porque en ningún momento hubo percepción de que iba a caer el Gobierno, ya que la maniobra de Paco fue muy rápida, y además también contribuyó que no hubo una alternativa del otro lado.

-¿Qué asunto recuerda como el más polémico en aquellos años?

-El más polémico de los asuntos a nivel popular fue el Festival de Cine por las pérdidas que ocasionó, pese a que los de los aparcamientos y el plan general eran más difíciles de comprender.

-¿Cree que aquel gobierno fue histórico?

-Marcó un antes y un después porque en la primera corporación cinco partidos en el Gobierno. Se gestó un gobierno presidencialista que duró 23 años.