-¿Cómo influyen las diferencias internas del grupo socialista en su labor?

-Los partidos están compuestos por personas con visiones diferentes, y más en el PSOE, que es muy plural y está acostumbrado al debate interno. Pero siempre hemos tenido claro que por encima de cualquier diferencia teníamos una responsabilidad como organización y sabemos que los ciudadanos nos pusieron aquí para hacer oposición y también para presentar propuestas y alternativas.

-¿Cómo se van a traducir las discrepancias del PSOE coruñés con la dirección gallega en las próximas primarias?

-Una vez que termina un proceso congresual no hay discrepancia posible, ya que la dirección está legitimada por los votos de los militantes. Las diferencias por parte de una agrupación local no van a influir, y menos en un proceso como las primarias, en los que cada persona tiene un voto.

-¿No cree que esas diferencias pueden hacer creer al votante que el PSOE es una jaula de grillos?

-Yo creo que no. En los partidos pasa como en una empresa o una familia, en las que hay opiniones distintas. Cuando los vecinos nos hacen peticiones no piensan en si tenemos un congreso del partido o no, ya que siempre hemos sabido ponernos el traje de faena.

-¿Qué va a suponer para el trabajo del partido la nueva sede de la agrupación socialista?

-Queremos convertir la nueva Casa del Pueblo en lo que fueron siempre estos lugares, que fueron sitios para la reunión, para tomar un café, informarse de un trámite o resolver un problema.

-¿Le hubiera gustado que estuviera allí la Ejecutiva Provincial?

-Sí, pero no fue posible, aunque hay sitio, tiempo y posibilidades para que llegue a estar.