La exigencia de los grupos municipales del BNG y Esquerda Unida de que se revise el contrato de la concesión del transporte público urbano fue rechazada ayer por el alcalde, Carlos Negreira. Pese a que el PSOE no se pronunció acerca de esta cuestión, el regidor acusó tanto a socialistas como a nacionalistas de no haber "movido una línea del contrato" durante la legislatura en la que gobernaron juntos, lo que contrapuso con el acuerdo alcanzado este año con la Compañía de Tranvías para que no subiera cuatro céntimos en las tarifas durante el resto de la concesión, lo que generará un ahorro de 14 millones de euros hasta 2024.

BNG y Esquerda Unida efectuaron su reclamación tras darse a conocer que Tranvías obtuvo el año pasado unos beneficios de 4,6 millones de euros, cifra que supuso un récord para la empresa aunque gracias a los dos millones de ingresos extraordinarios que le proporcionó un fallo judicial favorable en el conflicto que mantenía con Hacienda. Las dos formaciones consideran que la subvención municipal de 8 millones de euros para el bonobús explica buena parte de los resultados de la concesionaria, por lo que exigen la modificación del sistema para calcular las tarifas.

Negreira calificó de "argumento falaz" y de "gran mentira" los planteamientos de estos grupos de la oposición, ya que a su juicio el Ayuntamiento no subvenciona a la compañía de transportes "sino al usuario del bonobús" mediante los descuentos de los que se beneficia. "Nos preocupa el transporte público y por eso subvencionamos más y mejor a los ciudadanos", afirmó el alcalde, que se mostró convencido de que si no se diera esta ayuda, la oposición la reclamaría.