El grupo IFFE se reunió ayer en Madrid con el Ministerio de Defensa para exponer al Gobierno su proyecto industrial para la fábrica de armas. El encuentro, el primero que se celebra de forma directa entre las dos partes desde el inicio de las negociaciones, fue anunciado ayer por el presidente del comité de empresa de la planta, Roberto Teijido, y confirmado por fuentes de la propia compañía.

La cita se materializa después de que la Xunta haya dado el visto bueno al grueso de la propuesta de IFFE, que requeriría para llevar a cabo su plan financiación del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape). El propio portavoz del Gobierno local, Julio Flores, manifestó el lunes que "la Xunta ya ha hecho su trabajo y ahora solo queda saber qué dice Defensa".

Para Teijido, el encuentro es "una buena noticia" y confía en que la solución puede llegar en las próximas horas "en las próximas horas". A modo de presión, los trabajadores de la fábrica retomaron ayer las movilizaciones en la calle, después de varios meses sin hacerlo, para trasladar un mensaje claro a la Xunta y al Ministerio de Defensa: "debe haber una solución ya porque la semana que viene puede que la retrocesión de General Dynamics sea imparable".

Los 61 ex empleados que el lunes a las 14.30 horas iniciaron un encierro indefinido en las instalaciones partieron a las 10.00 horas del complejo de Pedralonga y se desplazaron al edificio Proa, en Alfonso Molina, donde se encuentran parte de las oficinas de la Xunta.

La plantilla quema sus últimos cartuchos ante la falta de un veredicto de la Administración en la que consideran "última semana para frenar el desmantelamiento de las instalaciones". "Si no hay acuerdo esta semana será muy difícil frenar la retrocesión de General Dynamics", manifestó Teijido.

Las movilizaciones continuarán en los próximos días a la espera de un desenlace. Hoy, a las 10.00 horas, los operarios marcharán, por Eirís, desde la fábrica hasta las oficinas de la Xunta en la plaza de Luis Seoane. Mañana lo harán a la misma hora con la Delegación del Gobierno como destino final, culminando el viernes con una concentración a las puertas de la factoría.

Los representantes del otro proyecto, el gallego-navarro, anunciaron que mantendrán encuentros con Defensa en los próximos días. Ayer, se reunieron con ex empleados de la planta que se acogieron a las bajas incentivadas, afiliados a CIG y CCOO, quienes manifestaron su "mayoritaria opinión satisfactoria" hacia ésta propuesta.

La portavoz del PSOE, Mar Barcón, exigió ayer a Negreira que "ejerza su peso político" y pidió a la Xunta y Defensa "que se impliquen". "No se puede permitir que Defensa diga ahora que todo están en manos de una empresa privada cuando los trabajadores han aguantado confiando en el compromiso del Gobierno municipal", recalcó.