Los vecinos de Bens denuncian que, desde hace varios días, hay un vertido en la zona de la entrada de la depuradora. El agua sale de una alcantarilla que vierte directamente al mar y que, además, ocupa unos diez metros de paseo, algo que obliga a sus usuarios a meterse por el campo, si quieren seguir caminando hacia la estación de tratamiento de aguas, o a darse la vuelta si no quieren mojarse los pies o ser arrastrados por la corriente.

El Gobierno local asegura que el origen de la fuga ya está localizado y que "están trabajando" para solucionar el problema "desde hace días". Fuentes municipales no especifican cuántas jornadas llevan en la zona intentando atajar el vertido ni quiénes son los encargados de hacerle frente. En la jornada de ayer no había ningún operario en el área afectada. Los vecinos aseguran que, al menos desde el domingo, la alcantarilla no ha dejado de verter directamente al mar, como antaño, cuando no había depuradora ni canalizaciones.

El diagnóstico del Gobierno local es que se ha producido una obstrucción en una tubería que "viene de Arteixo" y que el agua rebosa de una alcantarilla que se encuentra en las inmediaciones de la estación depuradora.

La presidenta de la asociación de vecinos de Bens, Dolores Souto, asegura que los usuarios del paseo le dijeron que ya el pasado domingo había habido un vertido en la zona en la que antes estaba la tubería que traía las aguas de Arteixo y las echaba directamente al mar. Con el paso de los años, esa zona se canalizó y se reforzó el bombeo para evitar que las aguas fecales llegasen al mar. La depuradora de Bens se inauguró en 2011 en periodo de pruebas y sin saber cuánto costaría su gestión y tras siete años de obras. Un año más tarde, la estación de tratamiento de aguas no funcionaba aún al 100% como tampoco lo hacía a principios de este año.