Después de que General Dynamics entregase las cartas de despido a los 168 trabajadores de la fábrica de armas -eran 172, de los que cuatro con contrato de relevo aceptaron ser desplazados a otras fábricas de Santa Bárbara-, la respuesta de las centrales sindicales que conformaban el comité de empresa ha transitado por caminos separados.

El día de ayer volvió a ser una muestra de esta división. Mientras la plantilla afiliada a UGT, que optó por no acogerse a las bajas incentivadas siendo despedidos con una menor indemnización, permanece encerrada en la fábrica planificando un nuevo calendario de protestas, los exempleados afiliados a la CIG se concentraron ayer a las puertas de la delegación del Ministerio de Defensa, donde mantuvieron un encuentro con representantes del Gobierno central.

Esta división de convocatorias también afecta a los proyectos que cada central sindical defiende. Si los trabajadores de UGT, liderados por Teijido, han mostrado su apoyo a IFFE, los nacionalistas de la CIG, a la espera de reunirse con IFFE, ven con mejores ojos la propuesta de PITSA, el grupo de empresas gallego-navarras.