Las investigaciones que lleva a cabo Pilar de Lara, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, en el marco de la operación Pokemon, derivaron el pasado jueves en el registro y volcado informático de los ordenadores de dos de los máximos responsables del Aquarium Finisterrae, que se encuentran imputados desde el pasado 26 de diciembre, en busca de datos sobre los contratos suscritos por el Ayuntamiento con empresas del grupo Vendex. El director técnico, Francisco Franco del Amo, y el técnico de mantenimiento, Manuel Miramontes, fueron los empleados del Acuario cuyos ordenadores fueron intervenidos por agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera bajo el mando de la juez, que trata de determinar si se cometieron delitos en la contratación de diferentes servicios con Vendex.

Esta operación judicial, que se desarrolla en varias ciudades gallegas, cuenta desde la semana pasada con doce imputados en A Coruña, entre los que figuran el primer teniente de alcalde, Julio Flores, del PP, y el concejal socialista José Nogueira, además de dos asesores del Gobierno local y ocho empleados municipales, uno de ellos recientemente jubilado.

El Gobierno local confirmó ayer la presencia de los agentes de Aduanas en el Aquarium y detalló que los únicos equipos informáticos cuyo registró se solicitó fueron los de Franco y Miramontes, aunque la directora de los Museos Científicos Coruñeses, Mónica Iglesias, también figura entre los doce imputados por la juez De Lara en el marco de lo que denomina como operación Pikachu, instruida como una pieza separada de la Pokemon que afecta tan solo al Ayuntamiento de A Coruña.

Servicios y Materiales (Sermasa) una empresa del grupo Vendex, se hizo en noviembre de 2012 con la adjudicación del servicio de mantenimiento biológico del Aquarium Finisterrae por 635.259 euros al año. El contrato tiene una duración de cuatro años y su concesión a Sermasa motivó la presentación de sendos recursos por parte de dos empresas que aspiraban a prestar el servicio y por el Colegio Oficial de Veterinarios. Estas iniciativas llevaron al Gobierno local a paralizar momentáneamente la adjudicación del contrato y a encargar un informe al Instituto Oceanográfico de Vigo, cuyos técnicos certificaron que no existían irregularidades en el proceso.

Las empresas señalaron en aquel momento que sus reclamaciones no se referían a las condiciones técnicas del contrato, sino a que se admitiese la oferta de Sermasa con un coste de las horas extra que se abonarían a los empleados por debajo de la cantidad fijada en el convenio del sector, lo que le permitía reducir su propuesta económica. El Ejecutivo municipal no tuvo en cuenta estos aspectos y adjudicó de forma definitiva el servicio a la filial de Vendex. Esa misma empresa desempeñaba hasta el pasado mes de agosto el servicio de mantenimiento hidráulico del Acuario, contrato que fue adjudicado ahora a la firma Altair Ingeniería y Aplicaciones, que recibirá 312.000 euros en cada uno de los tres años de duración de la concesión.

Vendex llegó a disponer de 16 contratos con el Ayuntamiento en tiempos del anterior Gobierno local, aunque en la actualidad conserva 10, de las que la mitad se hallan en proceso de nueva licitación. Estas concesiones -que afectan a instalaciones municipales como el Aquarium Finisterrae, el centro sociocultural Ágora y el Instituto Municipal Coruña Espectáculos- fueron las que motivaron la investigación del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, que en octubre de 2012 ordenó un primer registro de dependencias del Ayuntamiento y del grupo Vendex, en especial para obtener información sobre la adjudicación de la grúa y la ORA. El pasado 4 de diciembre se efectuó un nuevo registro, aunque en esa ocasión en ordenadores de funcionarios y concejales para recabar más datos sobre los contratos.