El verso libre del socialismo o las cosas de Paco. Son dos de las formas más suaves con las que se bautizan las sorpresas que, como la de este sábado, regala el exembajador de vez en cuando a su partido. Francisco Vázquez tuvo un puesto de honor en la presentación, por primera vez en Galicia, del proyecto político encabezado por el catalán Albert Rivera, en un acto preparado por Carlos Marcos. Allí estaba el exalcalde, flanqueando al líder en primera fila junto al exjugador deportivista Albert Luque, escuchando cómo Rivera instaba a "romper el candado de la partitocracia" que conforman el PP y el PSOE y "de la decadencia".

Uno de los auditorios de Palexco se llenó con medio millar de personas y arropó al presidente de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, Albert Rivera, para explicar que su Movimiento Ciudadano quiere cambiar España "por las buenas o por las urnas". "Los partidos políticos no son ejércitos ni dogmas", criticó Rivera, que insistió en que las instituciones tienen que ser "democráticas y transparentes".

Y allí estaba, en primera fila, Vázquez, una fotografía que causó en pocos minutos el estupor y críticas en las redes sociales que frecuentan los afiliados del PSOE, incluso por parte de alguna militante con cargo de responsabilidad. Ya lo habían visto coquetear con Carlos Negreira para castigar a sus filas por pactar con el BNG en el Ayuntamiento, al igual que pasear con el alcalde de Lugo o candidatos de la comarca durante la campaña electoral sin posar ni un momento con el aspirante de su agrupación, Javier Losada.

Fuentes del partido minimizan el gesto y señalan que simplemente fue una acción de cortesía porque Rivera ha recordado a Francisco Vázquez en algunas de sus publicaciones y que conocían que iba a pasarse por Palexco. En la dirección gallega no se pronuncian, aunque recuerdan que fue el primero en apoyar a Besteiro como secretario general del PSdeG-PSOE y así lo sigue haciendo.

Tras usar de forma frecuente el topónimo castellano de la ciudad que tanto defendió el embajador, Rivera terminó hablando en gallego y citando el himno: "os tempos son chegados". Su anfitrión fue Carlos Marcos que lo introdujo con un discurso en el que proclamó que "los grandes partidos no solucionan problemas, los crean" y que la política "debe ser un acto de servicio a los ciudadanos".