La decisión de Eventauro, la promotora de las dos últimas ferias taurinas de A Coruña, de no ejercer su derecho a prorrogar el contrato durante otros dos años deja a este acontecimiento huérfano, a la espera de saber qué opción tomará el Gobierno local, que ayer no avanzó una solución. Los malos resultados de asistencia a los espectáculos realizados el año pasado hacen complicada la viabilidad de una nueva edición de los festejos, ya que, según los datos recabados por el BNG a través del expediente municipal, cifran en un 20% el aforo de la plaza que se ocupó con entradas vendidas, 5.137 localidades, a las que se sumaron las poco más de 2.000 que se regalaron.

Con estas cifras y con la exigencia de celebrar las corridas en días laborables, como se impuso a Eventauro, es complicado que una empresa del sector se aventure a programar espectáculos en una ciudad donde la ausencia de feria durante casi treinta años tuvo unas consecuencias negativas para el mantenimiento de la afición a los toros. A este problema también contribuye que tan solo Pontevedra cuenta en Galicia con festejos de este tipo, en los que además el número de localidades regaladas es muy elevado.

Tampoco es favorable para la continuidad de la feria la oposición mostrada por los colectivos agrupados en la plataforma Galicia, Mellor sen Touradas, que denuncia que el Ayuntamiento dedicó más de 95.000 euros a subvencionar de forma indirecta las últimas corridas. Otro factor negativo es la reciente sentencia que obliga al Concello a abonar 145.000 euros a una promotora taurina por adjudicar de forma irregular la feria de 2005 a Inversiones Chicó sin contar con la solvencia técnica que exigían las bases del concurso municipal.