La vivienda de Manuel Ramallo, uno de los vecinos afectados por el ofimático, ya es historia. La casa donde este hombre de 86 años ha vivido durante las últimas cuatro décadas está ya hecha añicos después de que hoy expirara la orden de desalojo de este vecino, con orden de desahucio.

Eran las nueve de esta mañana cuando Manuel Ramallo, acompañado por una veintena de vecinos y familiares, entregaba las llaves de su vivienda a la policía y apenas una hora después las máquinas entraban en la finca para, primero, derribar el cobertizo y, a continuación, demoler la parte delantera de la casa unifamiliar en la que Manuel ha vivido los últimos 40 de sus 86 años.

Una decena de agentes de la Policía Local han acudido esta mañana en previsión de posibles protestas durante la ejecución del desahucio de Manuel Ramallo, que finalmente no se han producido ya que el desalojo del residente se ejecutó de forma pacífica.

Manuel, que estuvo acompañado en todo momento por vecinos y familiares, quiso dejar claro que considera que merecía "un mejor trato" en todo el proceso de desahucio y recordó que llevaba 40 años viviendo en la casa que ahora está ya reducida a escombro.

Dos empleados municipales, el jefe de Planeamiento del Ayuntamiento y el director de la asesoría jurídica, supervisaron el desalojo de Manuel Ramallo.

Protestas

Los afectados por el ofimático han anunciado en los últimos días su intención de continuar con las protestas pese al principio de acuerdo alcanzado sobre las vías de solución pactadas para este polígono.