Con los recientes anticiclones y el ascenso de las temperaturas, los arenales coruñeses han recibido ya a los primeros bañistas del año, pero carecen aún de socorristas. No habrá vigilantes de la playa -no solo especialistas en salvamento, también personal sanitario- hasta el próximo 15 de junio, para cuando probablemente el calor vuelva a atraer a Riazor, Orzán, San Amaro, Oza y As Lapas a numerosos aficionados al sol y al mar. Los aspirantes a encargarse este año de las tareas de socorrismo y atención médica en las cinco playas de la ciudad se examinaron el domingo; los primeros seleccionados pasarán por una entrevista personal el próximo fin de semana; y cuando sean finalmente elegidos los 55 trabajadores el 31 de mayo todavía deberán cumplir con un curso de formación. El día 15 del próximo mes los arenales estarán más seguros.

Este año se han presentado 274 candidatos a 55 puestos repartidos en ocho categorías laborales y en las cinco playas urbanas: 120 para ser socorrista acuático, 76 para socorrista de primeros auxilios, 8 para coordinador de playa, 13 para jefe de playa, 24 para patrón de embarcaciones, 8 para técnico de transporte de emergencia sanitarias, 20 para enfermero y 5 para médico. Es un número de aspirantes inferior al de los últimos dos años, según advierte una de las examinadoras de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Galicia, Nuria Rodríguez.

Cada año suelen presentarse a estas plazas socorristas o sanitarios que ejercieron estos trabajos en años anteriores. También hay jóvenes -y no tan jóvenes- que se estrenan. "La media de edad de los aspirantes de este verano es de 27,5 años, una media alta en comparación con años pasados. Tenemos a una persona de 54 años y a algunos que superan los 40 y se examinan por un puesto de socorrista de playa", cuenta Rodríguez.

La concesión de plazas de enfermero, médico, socorrista de primeros auxilios y técnico de transporte de emergencia sanitaria está supeditada a la superación de pruebas teóricas sobre la base de unos conocimientos incluidos en un temario adjuntado. Las demás plazas (30 socorristas acuáticos, un coordinador de playa, dos jefes de playa y ocho patrones de embarcación) han de merecerse con la realización exitosa de una prueba práctica física, y en la que participaron los 165 candidatos a estos puestos el domingo en la playa de Riazor-Orzán.

"La prueba es dura, muy dura. Uno acaba exhausto", admite la examinadora de la federación gallega. Los aspirantes deben correr 200 metros sobre la arena desde el puesto de socorrismo hasta el espigón; a continuación tienen que nadar una distancia de 800 metros con aletas y material de rescate; y después deben regresar a la línea de salida. Quien cumplió con estas exigencias en menos tiempo invirtió once minutos y medio.

"Se examina el nado, la velocidad y la resistencia", resume Nuria Rodríguez. Por otro lado, los candidatos a las plazas de primeros auxilios deben demostrar aptitudes notables en aspectos como anatomía y fisiología del cuerpo humano, manejo de hemorragias, heridas y fracturas, movilización e inmovilización o reanimación cardiopulmonar.

En los últimos tres años no hubo socorristas en las playas coruñesas hasta el 15 de junio, lo que ha provocado -y este año no ha sido una excepción- las quejas de un buen número de bañistas por la falta de protección para los usuarios de los arenales. La temporada estival concluye el 15 de septiembre, aunque los socorristas la alargan unos pocos días si el clima es bueno.