Cuando hace 12 años, tecnologías como el wifi o bluetooth todavía no estaban a la orden del día, Carlos Escudero y el resto de sus compañeros de investigación ya estaban acostumbrados a mancharse las manos en el campo de la comunicación inalámbrica. Es precisamente toda esta trayectoria investigadora la que hoy nutre locYu. El objetivo de este proyecto es el de mejorar los errores de precisión que actualmente ofrecen los sistemas de GPS en recintos interiores, haciendo posible la geolocalización de personas, objetos o simples destinos en el interior de edificios o en la red subterránea de metros de una gran ciudad.

¿Las aplicaciones prácticas? De lo más variadas. Carlos Escudero destaca el interés de algunas superficies comerciales para ofrecer este tipo de servicios, permitiendo al cliente la posibilidad de emplear su dispositivo smartphone como guía para ubicarse y localizar tiendas. También en el área de la medicina ha llamado la atención. Con este tipo de dispositivos, se podría controlar al momento el tránsito y la localización de los pacientes, los empleados sanitarios o material médico de cualquier tipo.

"Ahora, tan pronto entras en un edificio te encuentras con que el GPS da unas estimaciones muy erróneas, con fallos de hasta 100 metros porque la señal no se coge o se coge muy mal. Y en un edificio, 10 o 15 metros implican ir a la habitación del lado totalmente opuesto", aclara Escudero. Para solventar este problema, los investigadores han experimentado con alternativas basadas en el wifi, la tecnología bluetooth o los ultrasonidos.

Próximamente, este sistema podrá ser experimentado por los estudiantes de la Universidad o por cualquier ciudadano. El grupo de investigación ha desarrollado una demostración para el edificio del Citic y para la facultad de Informática que podrá ser probada con la descarga de una aplicación para móviles smartphone. "Cualquier persona podrá situarse dentro del Citic, marcar un destino y obtener la ruta más adecuada para llegar a él", aclara Escudero, que también ejerce como director del Departamento de Electrónica y Sistemas de la facultade de Informática.

El desarrollo final de este proyecto se realiza casi íntegramente en la ciudad de A Coruña y ocupa a un total de diez investigadores, si bien a lo largo de estos doce años han realizado colaboraciones con equipos del resto de España y de otros países como Austria. Actualmente, el Citic está llegando a acuerdos puntuales con empresas privadas con el objetivo de comercializar el producto. "El Citic ya ha llegado hasta donde podía llegar pero ahora necesitamos de estas empresas para buscar posibles clientes", explica Escudero, que avanza que ya hay contactos con alguna multinacional y con alguna compañía española.

Con todo, el investigador confía en que el proyecto, que a lo largo de los últimos años ha contado con financiación pública a través de fondos de la Unión Europea, del Estado y de la Xunta, pueda estar a disposición del público en no mucho tiempo, mejorando la experiencia del cliente en las empresas o ayudando a mejorar la gestión interna de determinados servicios.