Los bomberos de A Coruña se vieron obligados ayer de madrugada a cubrir una emergencia fuera de su ámbito de actuación por la carencia de personal de guardia en el parque comarcal de Arteixo, dependiente del Consorcio Provincial Contraincendios de A Coruña y que gestiona la concesionaria Veicar.

No se trataba de una incidencia extraordinaria que requiriese a su vez de medios excepcionales. No era más que un incendio en la campana extractora de una vivienda de Celas de Peiro, en Culleredo. El problema radica en que a esa misma hora los tres únicos efectivos de guardia del parque comarcal extinguían otro incendio, también en una campana extractora, en un piso de Arteixo.

La anécdota deja en evidencia la falta de personal de la que disponen los parques de gestión privada para garantizar la cobertura de las emergencias en el área metropolitana. El de Arteixo, que atiende a una población de más de 120.000 habitantes solo dispone de 18 efectivos, incluido el sargento. Los turnos se reparten entre 3 o 4 bomberos. Las cifras resultan aún más llamativas si se comparan con los medios humanos del parque coruñés, que atiende una población de 246.000 habitantes, y que dispone de una media de 17 efectivos por turno -el mínimo son once- y que cuenta con una media de ocho para cubrir una emergencia, aunque ayer solo desplegaron cuatro al incendio en Culleredo.

El Consorcio se ha acostumbrado a paliar la escasez de medios humanos de los parques comarcales recurriendo el apoyo de Protección Civil o los Grupos Supramunicipales de Emergencias. La dependencia de estos cuerpos ha provocado episodios de deficiente coordinación que han sido denunciados en reiteradas ocasiones por los bomberos, que insisten en la necesidad de uniformar este servicio básico y esencial.

El contraste de medios humanos entre el parque coruñés y los comarcales difícilmente puede justificarse por el número de intervenciones anuales. Si bien es cierto que los bomberos funcionarios, a mayores de las emergencias, se desplazan por precaución a aquellos actos en los que se producen aglomeraciones, la media de intervenciones no varía tanto como para explicar la descompensación en el número de efectivos.

Los empresarios del polígono de Sabón han denunciado en varias ocasiones la falta de recursos humanos del parque comarcal de Arteixo que, a mayores de la población, da cobertura a cuatro polígonos y a parte de la refinería. La media anual de intervenciones es de 360, según recoge las memorias del Consorcio.

No es la primera vez que la escasez de efectivos de los parques comarcales genera controversia. Y protestas. Los bomberos privados han reclamado en varias ocasiones el aumento de la plantilla. Se da la paradoja de que el parque comarcal de Arteixo dispone de más vehículos que efectivos por turno. Los medios son, con creces, muy superiores al personal del que disponen para emplearlos.

Este desequilibrio llevó ya en 2010 a gran parte de la plantilla del cuerpo a ausentarse en el acto de entrega de un nuevo camión. No es que le hagan asco a la mejora de los medios, fue simplemente un modo de evidenciar su descontento por las lagunas del servicio y la precariedad de efectivos.

En el fondo, sobre la polémica que empaña el funcionamiento de los parques comarcales planea siempre el modelo de gestión. La contraposición entre la prestación pública del servicio contraincendios en A Coruña y la privada en el área metropolitana. Xunta y Diputación, integrantes del Consorcio, defienden un modelo "pionero" y apuestan por mantener la privatización a pesar de las dudas que genera en el sector y las protestas que ha propiciado en los últimos meses la renegociación de los convenio.

El Gobierno provincial y autonómico evitaron pronunciarse públicamente cuando los bomberos de Veicar salieron a la calle por la modificación de las condiciones de trabajo impuestas por la gestora, que se vio obligada finalmente a dar marcha atrás. La renovación de las concesiones en A Coruña sigue sin fecha y acumulan prórrogas. Y los efectivos exigen que antes de dar el paso se aborde el modelo de gestión del servicio.