La calma que reinaba hasta el momento en el concurso de la fábrica de armas se rompió ayer a las puertas de la histórica factoría. Los representantes de Hércules de Armamento, la empresa que rivaliza con el grupo IFFE por su gestión, denunciaron ayer que un grupo de extrabajadores no permitieron a los miembros de la firma visitar la planta, tal y como está previsto en el periodo de visitas habilitado por el Gobierno central.

Uno de los portavoces de la compañía, Juan Gómez, acusó directamente al presidente del comité de empresa, Roberto Teijido, de dirigir "un piquete" para cortarles el paso "con una actitud mafiosa". "Esta gente, que son solo unos okupas, apoyan a la otra candidatura y por eso no nos quieren dejar entrar", aseguró Gómez, en referencia al apoyo público mostrado por Teijido y el resto de extrabajadores de UGT a la propuesta de IFFE, de la que incluso podrían llegar a ser accionistas.

El portavoz de Hércules de Armamento, cuya versión confirmaron ayer a este diario fuentes de la Delegación del Gobierno, criticó la ausencia de vigilancia policial y anunció que presentará una queja ante la delegación de Defensa y del Ejecutivo central, y que estudiará la posibilidad tomar acciones legales contra los operarios que se encontraban allí. Gómez, con todo, confía en poder retomar la visita en los próximos días.

El presidente del comité de empresa, Roberto Teijido, calificó las acusaciones del portavoz de Hércules de Armamento de "falacias" y acusó a los representantes de la firma de "ir a provocar".

"Nosotros, desde el paso peatonal, solo les dijimos que nos gustaría conocer quienes eran porque creemos que tenemos unos derechos morales después de lo que hemos luchado, pero no prohibimos la entrada a nadie", manifestó Teijido, que opina que Hércules de Armamento "montó el paripé porque no tienen nada que explicar". Tras estos hechos, los trabajadores han convocado una rueda de prensa para esta misma mañana en la que explicarán lo ocurrido ayer y darán su visión de ambos proyectos.

El pasado 27 de mayo, el Ministerio dio el visto bueno a las dos empresas presentadas. A partir de entonces, se habilitó un periodo de diez días para que cada uno visitase las instalaciones. Una vez acabado este plazo, las dos empresas contarían con un periodo de 30 días para presentar ante la mesa de adjudicación concesional sus ofertas técnicas y económicas.

El grupo IFFE pudo hacer su visita sin problemas: la primera el jueves y la segunda ayer mismo, horas antes del incidente con Hércules de Armamento. De hecho, la firma que preside David Barro, presentó públicamente su proyecto para la fábrica, donde prevén producir casas prefabricadas y elementos de mobiliario urbano. Los planes de la compañía son relegar la producción militar al 35 o 40% y poder crear 150 puestos de trabajo durante el primer año de actividad. El complejo estaría dirigido por Ricardo Blanco, directivo con experiencia en el grupo vasco Mondragón y en el sector de la biotecnología.

Por el momento, de Hércules de Armamento se sabe que al frente del proyecto estará el que fuera último director de la planta con General Dynamics, Ramón Mejuto, y que aspiran a crear un centro tecnológico en Pedralonga, con capacidad para producir para la industria militar y para distintos ramos de la industria civil. Los portavoces de la firma aseguran que pueden contar con un capital social de hasta cuatro o cinco millones de euros.