¿Ha sido positivo dejar en manos de empresas privadas el mantenimiento de los jardines municipales? ¿Y el sistema de arrendamiento de huertos urbanos que el Concello ha habilitado en Mesoiro? El colectivo de estudiantes de Arquitectura Ergosfera asegura que no y así lo expondrá hasta mediados de este mes en el espacio Hangar de Test, en el número 58 de la calle Barcelona.

La exposición, a través de diapositivas, es el resultado de un trabajo de investigación desarrollado por los universitarios en que se prueba cómo la privatización de los servicios de mantenimiento de los espacios verdes, concluida en 2010, no ha supuesto un mayor ahorro para la administración local, sino más bien un incremento continuado del gasto. "No tiene sentido que en tiempos de crisis, se continúe subiendo el gasto de estos servicios. Las zonas verdes deberían ser un área flexible que, en caso de no haya dinero, se pueda recortar más", manifiesta Iago Carro, uno de los miembros de Ergosfera que participaron en la investigación.

En su trabajo, alertan de que las empresas vinculadas a la actividad en espacios verdes urbanos se están convirtiendo en un refugio para los negocios de las grandes empresas constructoras que, tras el estallido de la burbuja, han visto perder los suculentos ingresos del ladrillo. En el caso de A Coruña, una de las tres compañías encargadas de estos servicios es Cespa, propietaria del grupo Ferrovial, una de las grandes firmas del Ibex 35.

Desde Ergosfera también alertan de la progresiva entrada de responsables de estas empresas en las mesas de adjudicación de las administraciones. El ejemplo que señalan en el caso de A Coruña es el del concurso de ideas para la mejora de los jardines de la Rosaleda, convocado en 2013. En él, uno de los nueve miembros que componían el jurado era el director del Departamento de Ingeniería del Paisaje e I+D+i de Malvecín, otra de las empresas encargadas del mantenimiento de áreas verdes en la ciudad.

La investigación también pone el foco sobre las huertas urbanas de la ciudad al contraponer el modelo desarrollado en Feáns y el que actualmente está poniendo en marcha el Concello en Mesoiro. Ergosfera defiende el primero, basado en la cesión voluntaria de terrenos privados que, ante su desaprovechamiento, sus dueños cedieron el derecho de uso a vecinos interesados en explotar las fincas. Ahora, gestionado por la Asociación das Hortas do Val de Feáns, el coste de las instalaciones para más de 50 huertos no ha sobrepasado los 3.000 euros. Por el contrario, el impulsado por el Concello, cuyo proyecto encargó a una empresa y la ejecución a otra, ascendió a un coste de 161.500 euros solo en la obra. El coste para los usuarios también cambia sustancialmente. Mientras que en Feáns es de 20 euros al año, en las gestionadas por el Concello será de un mínimo de 300 euros anuales.