Un centenar de activistas de Stop Desahucios y bomberos arroparon esta mañana a Roberto Rivas, el cabo de los Bomberos de A Coruña que el 18 de febrero de 2013 se negó a cortar la cadena del portal de la octogenaria Aurelia Rey Roberto Rivascabo BomberosA Coruñase negó a cortar la cadena del portal de la octogenaria Aurelia Rey para que pudiese ser desahuciada.

El bombero, que presenta un recurso contra la multa que le impone la Subdelegación del gobierno de 600 euros por alteración del orden público, aseguró, a la entrada del juzgado, que "volvería a tomar la misma decisión" si se viese en una situación similar y que, si le juzgasen por no haber cortado la cadena, asumiría las consecuencias de su decisión, pero que no está dispuesto a pagar por algo que no hizo.

El cabo Roberto Rivas aseguró que era consciente de lo que iba a hacer y que quiso visibilizar que los bomberos "no están para echar a la gente de sus casas".

Alrededor de un centenar de personas entre los que se encontraban compañeros del imputado, miembros del colectivo Stop Desahucios, familiares y amigos del bombero y ciudadanos que han querido mostrarle su apoyo se han concentrado antes de la declaración del funcionario para expresar su solidaridad con él.

Roberto Rivas fue sancionado por "alteración del orden público" cuando se negó a intervenir en el desahucio de la octogenaria Aurelia Rey en febrero de 2013 en A Coruña. Afirma que ese es un trabajo al que él y sus compañeros se negarían aunque lo exigiese la ley.

Además, de familiares, compañeros y amigos, varios dirigentes políticos como Yolanda Díaz, de Alternativa Galega de Esquerda; Xosé Manuel Carril y Francisco Jorquera, del Bloque Nacionalista Galego, o Yoya Neira, del PSdeG-PSOE, también han mostrado su solidaridad con el bombero.

El propio Rivas ha explicado ante los medios de comunicación lo sucedido aquel 18 de febrero del año pasado, entre los múltiples cánticos de los presentes de "Ni gente sin casa, ni casa sin gente" y de petición de que se acaben los desahucios.

"No fue un acto premeditado. Quería visualizar que los bomberos no debemos realizar este tipo de servicios. Quise hacerlo de manera convincente, por eso cogí el papel de Stop Desahucios", ha señalado.

Su intención cuando no quiso cortar la cadena del portal de la casa de Aurelia Rey era simplemente "visualizar que todos los bomberos no deben hacer esto", pues su función -ha argumentado- ha de ser otra.

"Los atestados de la policía están mintiendo. Que dimita ya la gente que está haciendo esta represión. El día que haya una ley que obligue a hacer este trabajo nos negaremos. Una cosa es la legalidad y otra la legitimidad. Hay leyes que incitan a la violencia. Es terrorismo instaurado por los gobiernos", ha apuntado.

Lo que hizo en aquel momento fue negarse a cortar la cadena y levantar una pegatina de Stop Desahucios, algo por lo que "el Ayuntamiento nunca abrió un expediente" y considera que "son ridículos" los hechos que se le imputan.