Sonia Hermida, la madre de una niña discapacitada de 4 años que se quedó fuera de un campamento municipal en verano por no contar con asesoramiento personalizado para niños con diversidad funcional, pidió intervenir en el pleno de ayer pero no pudo hacerlo al no recibir la autorización del Ayuntamiento. "Lamento haber asistido a este simulacro de democracia", dijo tras la sesión. "Me parece vergonzoso lo que sucede, que la ciudadanía no pueda hablar ni opinar en los plenos de alguna forma. Hermida hizo la petición hace dos semanas y el Concello no le respondió.

"Es un hecho conocido desde hace meses que el Concello ofreció alternativas desde el primer minuto que la madre rechazó", respondieron fuentes municipales para explicar los motivos por los que no dejó participar a Hermida.