La Consellería de Educación y la comunidad educativa del colegio público Emilia Pardo Bazán discrepan sobre la idoneidad de la dotación de personal para los alumnos con necesidades especiales con que cuenta el centro. Mientras los padres reclaman disponer de dos especialistas de Audición y Lenguaje a tiempo completo, el departamento autonómico considera suficiente que uno de ellos reparta su jornada laboral con otros centros, al igual que sucede con la nueva cuidadora enviada al colegio y que se suma a las tres ya disponibles, para la que las familias y la dirección exigen una dedicación total a Pardo Bazán.

Lucía Rodríguez, presidenta de la asociación de padres y madres (Anpa), destaca que este curso llegaron al colegio 3 niños más con necesidades educativas especiales, por lo que pidieron una cuidadora más y mantener los dos especialistas de Audición y Lenguaje, uno de los cuales debe acudir ahora 2 días a la semana a otro centro. "

Uno de los niños necesitaría un cuidador todo el día y cuando pidió plaza en Educación le dijeron que este colegio tenía los recursos necesarios para que estuviera atendido todo el día", explica Rodríguez, quien añade que los tres alumnos nuevos ni siquiera hablan pese a tener casi 4 años. "Son muy severos, en el colegio teníamos niños con síndromes de Down y de West pero se les podía atender bien, aunque ahora hay una autista y otro que anda con dificultades, no coge las cosas con las manos, se cae y convulsiona", explica la presidenta de la Anpa. Tanto la asociación como la dirección del centro y los propios padres de los alumnos afectados solicitaron el aumento de personal, pero un mes después no han recibido contestación de la consellería, según aseguran.

Informe del inspector

Educación replica que la cuidadora a tiempo parcial acude al colegio casi 4 días a la semana y que la dirección no solicitó un aumento de personal, así como que la dotación de especialistas aprobada siguió el informe elaborado por el inspector que corresponde al centro. El director, José Manuel García, confirma la versión de los padres acerca de la exigencia a la Inspección de más especialistas para una correcta asistencia a los alumnos y pone de relieve que los días en los que este personal no acude al centro hay una veintena niños que se quedan sin atención.