El edificio Trébol de las calles Cabo Santiago Gómez y Costa Rica, las torres de San Jaime en la Sagrada Familia, el inmueble de nueve plantas con 38 pisos en el cruce de Juan Flórez con Fernando González... Hoy ya no se construyen en la ciudad bloques de viviendas como estos. Los tres se levantaron entre finales de los años sesenta y mediados de los setenta del siglo pasado y llevan la firma de Carlos Meijide, a quien desde hoy y hasta el 5 de noviembre el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) le dedica una exposición de sus obras y proyectos en su sede coruñesa (Federico Tapia, 64).

Los profesionales de ahora ensalzan las soluciones arquitectónicas proyectadas por Meijide hace más de cuarenta años, como la "organización compacta" de espacios domésticos o el diseño entonces novedoso de viviendas urbanas. "Es muy buena arquitectura, de volúmenes tremendos pero bien resuelta", resume el director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña, Fernando Agrasar, que hoy a las 20.00 horas estará en la inauguración de la muestra de planos originales en la sede de Federico Tapia.

La propuesta arquitectónica que Meijide desarrolló en la ciudad consistía en adaptar "densidades altas en lugares delicados", subraya Agrasar. Aquella tendencia constructiva, denominada brutalista y en auge en países como Holanda y Reino Unido, fue penetrando en España a finales de los sesenta. En A Coruña Meijide contribuyó a implantarla en superficies limitadas de áreas con población alta. "Su arquitectura es el resultado de una época que se mira con cierta nostalgia, en la que se construía mucho y en la que él buscaba en su programa de vivienda oportunidades para la arquitectura de calidad aunque estuviera al servicio de lo privado", recuerda Agrasar.

Las torres de San Jaime, iniciadas en 1967, son dos edificios de 14 alturas y bajo, con medianerías a dicha calle del barrio de la Sagrada Familia y pisos de entre 60 y 70 metros cuadrados; los núcleos de comunicación vertical de los dos cuerpos más altos se enlazan por una pasarela en la última planta que facilita la conexión entre ambos. José Manuel Gallego Jorreto también participó en la obra.

En 1970 empezaron a construirse las 38 viviendas de entre 100 y 125 metros cuadrados de los dos núcleos del edificio ubicado en la confluencia de Juan Flórez y Fernando González. El aspecto exterior sintoniza con el de esta zona del Ensanche, en la que es frecuente el mirador achaflanado. Se utiliza una pantalla de hormigón visto con una sección vertical que es un semihexágono y que permite la luz cenital en las estancias. La apariencia brusca del hormigón contrasta con detalles de fino diseño.

Visualmente más impactante es el edificio Trébol, en pleno Ensanche, un conjunto que agrupa tres módulos base octogonales con amplia superficie de fachada y comunicaciones verticales y óptimo rendimiento aerodinámico; en todo el inmueble hay 196 viviendas de hasta 150 metros cuadrados -algunas, para familias numerosas, de 250 metros cuadrados-, garajes, oficinas, locales comerciales y zonas de césped y de juegos de niños. "El edificio es estupendo, con hermosas viviendas. Tiene cuarenta años encima pero el exterior está muy bien conservado", describe Agrasar.

Además de estos inmuebles coruñeses, Meijide levantó en los años setenta el complejo residencial Hábitat en el puente de A Pasaxe; bloques de pisos y apartamentos en O Burgo, Bastiagueiro y San Pedro de Nós; viviendas de protección oficial en Sada; y urbanizaciones en Santiago.