Gerardo Crespo se codeaba con la cúpula del PP hasta que un buen día dejaron de responderle al teléfono y de contestar a sus mensajes. El empresario, según la documentación que consta en el sumario de la operación Zeta, alternaba con políticos y altos cargos del Ayuntamiento, la Xunta y el Gobierno. Las hemerotecas están repletas de fotografías del imputado con políticos populares, entre ellos Rajoy, Feijóo, Negreira o la conselleira de Traballo, Beatriz Mato. Crespo, afiliado al PP, estaba acostumbrado a eso. También a que ninguna de las Administraciones dirigidas por muchos de sus contactos le pidiesen explicaciones sobre a dónde iban a parar los millones de euros que le daban en subvenciones. La vida le sonreía. Pero un buen día, cuando la operación policial contra la trama ya estaba en curso, sus amigos lo dejaron de lado. Y la Xunta, que "nunca", según constatan los investigadores, había controlado la ejecución de los cursos, comenzó a hacerlo y a reclamarle la devolución de algunas subvenciones. "Carlos, se está cometiendo una injusticia con mi empresa y me va a llevar a la suspensión de pagos. No merezco esto y, además, parezco un proscrito. Ninguno queréis cogerme el móvil, incluido Patxi, que le aconsejáis que me deje. ¿Esta locura de quién es? Por favor, escúchame, luego será tarde...", escribió Crespo al alcalde el 1 de junio de 2012. No obtuvo respuesta.

El sospechoso de participar en el fraude de ayudas para cursos de formación se desesperaba mientras intentaba buscar explicaciones a tales desplantes. Entonces la policía ya tenía intervenido su teléfono y su correo electrónico, pero la investigación era secreta y, por tanto, él no lo sabía. Hasta que los agentes de la Policía Judicial, el 6 de junio de 2012, registraron, por sorpresa, sus empresas. Ahí fue cuando todo le encajó. A las 09.40 horas de ese día, mientras los funcionarios recopilaban muchas de las pruebas que ahora constan en el sumario, mantuvo una conversación con su amigo Juan Saénz-Chas, presidente de la Federación de Vecinos Salvador de Madariaga, también vinculado al PP. "Ya voy a subir, yo no sé si voy a llamarte, pero te digo que Carlos y estos lo saben hace...". La policía, en el sumario, escribe "ininteligible" porque es incapaz de entender a Crespo. Pero, a continuación, los investigadores reproducen el resto de la conversación. Sáenz-Chas le pregunta al empresario: "¿Que lo saben hace tres meses?", a lo que responde: "Sí, desde que le dijeron a Patxi... desde que le dijeron a Patxi no te pongas al móvil saben que iban a montar este follón... pero bueno, en fin, vamos a confiar en él, ¿vale?". Ese día, más tarde, Sáenz-Chas telefoneó a Crespo: "Mira, hablé con Carlos", le dice, presuntamente, refiriéndose al alcalde. Crespo lo interrumpe: "Y, ¿y qué? ¿y qué?". El presidente de la federación le responde: "Me dice que mucho ánimo y que te defiendas". A continuación, según consta en las escuchas incluidas en el sumario, Crespo profiere un fuerte insulto contra el regidor.