El grupo IFFE Industrial está decidido a demandar la impugnación del concurso en el que el Ministerio de Defensa adjudicó la gestión de la fábrica de armas a la empresa Hércules de Armamento, pero antes de dar este paso, dará otro, el de consultar el expediente de la concesión. Lo hará hoy, en la sede de la Subdirección General de Patrimonio de Defensa, en Madrid. Tras consultar este documento, IFFE decidirá si, tal y como ha previsto, solicita que se revoque la adjudicación a Hércules de Armamento.

"Disponemos ya de los informes jurídicos pertinentes que fundamentan nuestra inminente decisión, pero nos parece formalmente preceptivo y adecuado conocer el expediente para tener toda la información posible antes de confirmar una decisión sobre la impugnación del proceso", explicó ayer el director de IFFE Industrial, Ricardo Blanco. Asegura que la decisión no la adoptarán hasta que la delegación de IFFE acabe de revisar el expediente porque puede "pasar algo" con lo que no cuentan y que, entonces, ya no sea necesario abrir la vía de la impugnación para conseguir hacerse con la gestión de la fábrica de armas.

"Algo va a salir tarde o temprano. Lo que ganan es un concurso público y, a la primera auditoría que les hagan -que será en julio de 2015- van a saltar cosas", explica Blanco sobre Hércules. Los extrabajadores de la planta vinculados a UGT, que apoyaban el proyecto de IFFE, sembraron dudas sobre la solvencia del proyecto de Hércules de Armamento y los socios capitalistas que lo respaldan al decir que había habido "irregularidades" en una ampliación de capital de 607.000 euros desarrollada el pasado mes de mayo, cuando solo contaban con 3.000 euros de capital. Finalmente, el mes pasado presentaron una denuncia ante Hacienda y pidieron a Defensa que comprobase que había pagado, al menos, 100.000 euros de IVA, algo que creen que no ha hecho. En caso de que tengan razón, la empresa no podría haberse presentado al concurso público.

Hércules de Armamento negó las acusaciones de IFFE y UGT y argumentó que la mejor prueba de que cumple las exigencias legales es que superó el filtro del Ministerio.

Los 61 trabajadores que se mantuvieron en las instalaciones de la fábrica de armas para evitar su desmantelamiento apoyaban el proyecto presentado por IFFE y el grupo les había garantizado que, de ganar, recuperarían sus empleos. Hércules de Armamento, sin embargo, dijo que partía "de cero" y que no habría ni privilegios ni restricciones en la contratación.