San Vicente de Elviña se prepara ya para otro desahucio. Este viene en nombre del avance de las obras del parque ofimático, el centro de oficinas e innovación ideado hace ya unos veinte años que después se convirtió en un proyecto residencial. A partir de las nueve de esta mañana, el Concello tiene permiso para ejecutar un desalojo forzoso de la vivienda de Isabel, una vecina de 74 años, en la que reside también su hijo Álvaro Corral.

Decenas de vecinos y activistas en contra de los desahucios se manifestaron ayer en las inmediaciones de la vivienda para intentar forzar la paralización de la ejecución de la orden de desalojo o, cuando menos, para pararla hasta rebasar el 1 de diciembre que, según les ha manifestado el Concello a los afectados, es cuando se cumple el plazo para llevar a cabo el proceso. Si no se hace en estos días, el Gobierno local tendría que iniciar de nuevo los trámites para poder derribar.

Uno de los activistas ni siquiera consiguió llegar a la concentración. Según los testigos, uno de los vecinos que, al no haber sido expropiado se convirtió, como Isabel y Álvaro, en promotor del ofimático, fue detenido por la Policía Nacional. "Estaba en el puente de Alfonso Molina, subieron tres agentes, forcejearon y se lo llevaron para Lonzas", contaba ayer el portavoz de Stop Desahucios, Héctor Tejón.

Los preparativos para el desahucio se hicieron ayer visibles. Sobre las nueve de la mañana, llegó la Policía Local a la vivienda sentenciada de muerte, para decirle a Álvaro Corral que, si entregaba las llaves, le podrían dar de plazo "unos días más" para hacer la mudanza, según explicó ayer el afectado. Y le dijo que esa mano tendida se retiraría a las tres de la tarde.

A partir de entonces, los agentes empezarían a trabajar en el operativo para el desahucio. Pero a las tres de la tarde no pasó nada, ni a las cuatro, solo el movimiento de Álvaro y el de los activistas -entre ellos los concejales del BNG Xosé Manuel Carril y Avia Veira-, que ayudaban en la carga y descarga y eran testigos de la mudanza, de cómo las pertenencias de toda una vida se iban colando en la parte trasera de una furgoneta y alejándose.

Sobre las cuatro y media de la tarde llegaron los operarios de la empresa municipal de aguas (Emalcsa) a las inmediaciones de la casa. Rompieron el firme y buscaron la tubería que le da servicio a la vivienda. No para cortar el suministro entonces, sino para hacerlo cuando se haya derribado la edificación. Sobre las seis y media de la tarde, llegaron las primeras grilleras de la Policía Nacional para actuar en la concentración de apoyo a la familia. Isabel y Álvaro se convirtieron en promotores del parque ofimático y son propietarios de una parcela edificable y están obligados a pagar cuotas de urbanización. El derribo de su vivienda precede a las obras de un puente que cruzará Alfonso Molina.

La eurodiputada de AGE Lidia Senra registró ayer unas preguntas en Estrasburgo sobre la actuación del Concello en los desahucios de Elviña, ya que defiende que la Administración local "está vulnerando la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea".