El edificio del antiguo cine Avenida tendrá protección integral. El Concello pretendía rebajar el nivel de catalogación del inmueble del Cantón pero la Xunta se lo ha impedido. La Dirección Xeral de Patrimonio, que había visto "aceptable" el cambio en un informe anterior, modifica su criterio y ordena que se mantenga el nivel de protección II, reduciendo la envergadura de las obras que se podrán realizar en el emblemático edificio, sin uso desde 2007.

"Había alegaciones concretas de los propietarios, perfectamente justificadas y revisadas por técnicos municipales y de Patrimonio", explicaba en diciembre el edil de Urbanismo, Martín Fernández Prado. "Del edificio queda protegido todo lo que es protegible. Yo he visto el informe de lo que hay en el cine y no existe desde hace muchos años. El cine nunca tuvo valor patrimonial. Lo que tiene valor patrimonial y se mantiene son las taquillas, las fachadas y la estructura del edificio principal", señalaba.

El inmueble, diseñado por el arquitecto Rafael González Villar en 1941, tenía una protección de nivel II (edificios de excepcional valor arquitectónico y cultural) en el plan especial aprobado inicialmente en 2012. Tras una primera modificación, el Gobierno local rebajó su categoría a una protección menor (nivel III), que agrupa a las construcciones con "características singulares y elevado valor arquitectónico de protección estructural".

En un informe de octubre, la Consellería de Cultura consideraba esta rebaja "aceptable" porque se mantenían como catalogados todos los elementos de la fachada (balcones, ventanas, ventanas balconeras, rejas, cornisas, decoraciones, escaparates y relieves), los interiores (portal y ascensor) y los que posee la parcela.

Tres meses después, se regresa a la situación inicial por orden de la Xunta y solo se podrán realizar las obras mínimas: de conservación (mantenimiento) y restauración (restituir la arquitectura y tipología originaria de la edificación). Quedan prohibidos, con la última modificación, los trabajos de rehabilitación, que el Pepri define como "aquellos encaminados a mejorar las condiciones funcionales y de habitabilidad de un edificio" y que permiten una redistribución espacial "siempre que se conserven los elementos determinantes de su configuración tipológica".

El vestíbulo es el elemento más singular de este inmueble, al dar acceso a los pisos y a la sala de cine, diseñada en un estilo próximo al Art Déco. González Villar se encargó de diseñar hasta los más mínimos detalles de la obra, que incluso tuvo que tener decoradas sus medianeras hasta que no hubo edificios a sus lados. Tras ser comprado por Amancio Ortega y vendido a Caixa Galicia, las últimas informaciones públicas lo situaban en manos de Abanca.

Un piso más a Correos

Patrimonio prohíbe la división de la planta baja de Correos, en el Relleno, en dos partes. El Concello ha tenido que modificar la ficha de la aprobación provisional para impedir dichos trabajos en el inmueble, levantado entre 1927 y 1931. La Xunta justifica que esta obra afectaría al alcance de la protección integral de la que goza la construcción "y a sus valores culturales". Lo que sí se mantiene es la autorización de levantar una nueva planta sobre la cubierta actual, siempre que no se sobrepasen los bordes (petos) de la actual cornisa. Por otro lado, Patrimonio ordena de nuevo cumplir una orden que ya había dado en octubre: que se identifiquen específicamente como Bienes de Interés Cultural el Arquivo do Reino, Belas Artes y el castillo de San Antón.