El alcalde minimiza las modificaciones introducidas en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del casco histórico por orden de la Dirección Xeral de Patrimonio, como la recuperación de protección para el cine Avenida. Carlos Negreira las reduce a diferencias de criterio entre los técnicos de la administración autonómica y los del departamento municipal de Urbanismo. La Xunta introdujo cambios restrictivos respecto a las pretensiones municipales, impidiendo, por ejemplo, las buhardillas y las uniones funcionales entre edificios en el área Bien de Interés Cultural y limitando las obras que se podrán realizar en edificios con elementos fuera de ordenación.

"A veces unos tienen una opinión y otros otra", manifestó Carlos Negreira acerca de las discrepancias de los especialistas sobre diferentes aspectos de la ordenación urbanística de la Ciudad Vieja y la Pescadería, aunque advirtió de que al final se llegó "a una solución de compromiso en el conjunto de todos los edificios". El regidor recordó que durante la tramitación del Pepri intervienen "muchísimas entidades" a la hora de abordar la regulación del patrimonio histórico, a lo que añadió que en este proceso surge una "lucha" entre la necesidad de conservar los cascos antiguos y la de regenerarlos.

Según el alcalde, el "diálogo que se ha mantenido" ha permitido introducir en la normativa del casco antiguo "una serie de cuestiones que van a mejorar muy mucho el patrimonio histórico". El edificio del cine Avenida tenía en el anterior Pepri protección de nivel II por su excepcional valor arquitectónico y cultural, pero el Gobierno local la redujo a nivel III con el respaldo inicial de la Xunta, que poco después cambió de opinión y le restableció el grado de protección más elevado. Otra modificación introducida ahora en el plan es la prohibición de que se divida en dos partes la planta baja de Correos en la Marina.

El grupo municipal socialista se atribuyó ayer el mérito de las correcciones aplicadas al Pepri tras las denuncias que realizó acerca de "oscuros cambios", que a su juicio hicieron "que saltaran las alarmas". Entre esas iniciativas, los socialistas mencionaron las sucesivas calificaciones realizadas en los últimos meses a la sede de la Fundación Luís Seoane, que pasó de ser equipamiento público a perder esa consideración, luego a equipamiento privado y finalmente recuperó la condición de público. Otro caso notable para el PSOE es el de los jardines del Palacio de Capitanía, que pasaron de ser equipamiento público a espacio público para "intentar legalizar" las viviendas construidas en la calle Príncipe, ya que, según este grupo, de esa forma las fachadas traseras podrían ser consideradas principales.

Sin incluir los ascensores

El grupo municipal del Bloque denunció por su parte que el nuevo Pepri a su entender no solo no ha sido depurado, sino que está "obsoleto", ya que no incluye la posibilidad de que el Ayuntamiento expropie suelo en bajos de edificios para instalar ascensores. Esta iniciativa que ha tenido que suspenderse en la ciudad tras el cambio de la ley estatal y para el Bloque podría retomarse modificando el plan del casco histórico.