El regreso masivo de los vehículos a la Ciudad Vieja a causa de la huelga de "bolígrafos caídos" que mantiene la Policía Local en las últimas semanas ha sido replicado por la dirección del cuerpo con la orden de que se denuncie de forma "exhaustiva" a los infractores, según afirma el sindicato CSIF, que advierte a los ciudadanos de que los agentes se verán obligados a cumplir este mandato "a rajatabla". La central señala que los responsables policiales han comunicado a los funcionarios que si no acatan este precepto, se les podrían exigir responsabilidades de tipo disciplinario.

CSIF admite que la actitud pasiva de los agentes había hecho descender de forma "muy considerable" el número de las sanciones impuestas y de los vehículos retirados en todo el municipio, aunque destaca que los policías denunciaron los casos que se consideraron "indispensables".

El sindicato no menciona la invasión sufrida por la Ciudad Vieja en los últimos días, motivada por la comprobación por los conductores de la ausencia de sanciones a quienes no disponen de la tarjeta necesaria para aparcar, aunque sí se refiere a las quejas expresadas por los vecinos de ese barrio en el pasado por las numerosas denuncias que se presentaban.

CSIF explica que los agentes le han transmitido que se sienten "presionados" por las órdenes dictadas por sus superiores durante las visitas realizadas a la zona y que por esta razón las cumplirán de forma estricta.

"En los últimos días había cierto relajo", comenta la presidenta de la asociación de vecinos de la Ciudad Vieja, Rosa Quiroga, sobre la presencia de automóviles sin autorización en el barrio ante la falta de actuación de la Policía Local y que los residentes no se sienten afectados por una intensificación de la vigilancia. "El miedo lo tienen que tener los que no tienen tarjeta o aparcan indebidamente", sentencia Quiroga.

La dirigente vecinal destaca que también en fechas recientes han aparecido nuevas señales para regular el aparcamiento en la zona, por lo que sospecha que el proceso de peatonalización se está aplicando de forma progresiva. Quiroga echa de menos que el Gobierno local informe sobre dónde se ubicarán los aparcamientos para los residentes que se prometieron para la segunda fase de la peatonalización del barrio, que en teoría se pondrá en marcha cuando se terminen las obras de La Marina.

Prohibición de circular

A partir de ese momento no solo se prohibirá aparcar a quienes no viven en la Ciudad Vieja o estén autorizados para hacerlo, sino que además se impedirá circular por estas calles a todos los vehículos que no dispongan de autorización. La nueva regulación señalará además zonas en las que estará prohibido aparcar incluso a los vecinos, lo que les obligará a buscar espacios para hacerlo en la periferia del casco histórico, donde ya existe ahora una notable escasez de plazas.

Aunque los residentes reclaman desde hace años que se les reserven los terrenos de propiedad militar situados entre el rectorado y la residencia de oficiales en A Maestranza, el Gobierno local todavía no ha informado si finalmente habrá plazas en exclusiva para estos vecinos, así como las posibles ubicaciones que se estudian.