El Concello dice que no hay solución, que sabe que funciona mal y que ocasiona problemas pero que no hay nada que pueda hacer para que la tarjeta Millennium -la que sirve para pagar el bus urbano y los tiques de la ORA, entre otros servicios- empiece a funcionar mejor para dicha de sus usuarios y descanso de los que tienen que lidiar con sus fallos a diario.

"En la actual tarjeta Millennium no existe ninguna mejora técnica que pueda aplicarse que incremente su resistencia y reduzca sus problemas y fallos", reconoce el Gobierno local en una respuesta a una pregunta formulada por el BNG. Esta contestación llega después de que el pasado mes de enero el Concello sacase a concurso el suministro de 20.100 tarjetas sin cambiar ni una coma del pliego de condiciones que se había presentado en 2012.

El Gobierno local alega que es un "soporte técnico sobre el que resulta inviable introducir mejoras" y que, si ha sacado a concurso las tarjetas tal cual estaba es porque necesita que los usuarios que la soliciten puedan contar con ella. Para solo un año de servicio, el Concello prevé que necesitará 20.100 unidades de estas tarjetas azules -una cifra superior a la de 2012, ya que se cambian un a media de 4.000 tarjetas cada mes por mal funcionamiento, pérdida o rotura-.

En esta respuesta, el Concello apunta a que, como la Millennium es un título que abre las puertas de varios servicios, como el bus urbano, las bibliotecas municipales, el préstamo de bicicletas, el transporte metropolitano y el pago de la ORA, es "complejo" el cambio del sistema. "La mejora técnica tiene que pasar por un cambio tecnológico, que afecta no solo a los sistemas de recargo de la tarjeta, sino también a la compatibilidad" con los sistemas que tienen instalados los operadores que la utilizan como forma de pago o de identificación, explica el Concello.

El mal funcionamiento y los quebraderos de cabeza que, a diario da la tarjeta Millennium a sus usuarios, ha quedado reflejado en el balance de Sugerencias y Reclamaciones del año pasado y también en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), aunque no se han tomado medidas para intentar solucionar esta situación. Tampoco les gusta a los conductores del bus urbano esta tarjeta. "Es un perjuicio para el usuario y para nosotros, que nos ralentiza el servicio", declaraba el secretario del Grupo de Trabajadores de Tranvías (GTT), José Ramón Vidal, a este diario tras la licitación de las nuevas tarjetas. Y es que, si a uno de los usuarios les falla la Millennium a la hora de pagar en el bus y ni los conductores consiguen hacer que funcione, le tienen que pedir que pague en efectivo, mientras los demás futuros pasajeros esperan en la fila su turno para subir al autobús.

Tarifa plana y bono mensual

El BNG le pregunta también al Gobierno local sobre aquella promesa electoral de implantar un bono mensual o una tarifa plana para los usuarios del bus urbano y que se recogió también en la redacción del PMUS. "Este Gobierno local está trabajando en la implantación de esa medida para fomentar el uso del transporte público", responden desde el Concello. Es casi la misma contestación que se ha ofrecido sobre este tema durante toda la legislatura.