La Casa de las Ciencias de A Coruña celebrará este viernes, 20 de marzo, una observación del eclipse parcial de sol que esta previsto para ese día por la mañana.

Desde diversos lugares de Escandinavia se verá a la luna ocultar completamente el disco solar, pero desde la Península Ibérica la ocultación será parcial y serán los habitantes del noroeste los que tengan las mejores condiciones de observación. A Coruña será una de las ciudades desde donde se observe con mayor facilidad, ya que la ocultación del disco solar por la luna llegará al 76%.

En la ciudad, el eclipse comenzará el viernes después de las 09.00 horas y terminará sobre las 11.15 horas. El máximo del eclipse -el mayor porcentaje de ocultación- tendrá lugar poco después de las 10.00 horas.

No llegará ni mucho menos a hacerse de noche, pero sí será perceptible una disminución de la luz ambiental y de la temperatura. Durante esta observación, el personal de la Casa de las Ciencias y miembros de la Agrupación Astronómica Ío proporcionarán recursos para observar el eclipse con seguridad y compartirán con el público asistente su experiencia en la observación de eclipses totales.

La seguridad, lo primero

La observación pública del eclipse que se celebrará en las inmediaciones de la Casa de las Ciencias, en el parque de Santa Margarita, permitirá seguir el fenómeno en buena compañía y con seguridad. Es preciso recordar que nunca se debe observar el sol directamente sin protección, tampoco durante un eclipse.

La intensidad de la luz del sol -no sólo la visible, también la emitida en otras frecuencias, como la infrarroja o la ultravioleta- es suficiente para producir daños irreparables en los ojos.

Las gafas de eclipse, que están recibiendo una gran demanda, pueden utilizarse para echar un vistazo breve al sol, pero no se deben usar de manera continua durante una observación larga. Incluso con ellas puestas se debe mirar al sol solo durante lapsos cortos de tiempo. Estas gafas de eclipse jamás pueden ser usadas como filtro en binoculares o telescopios. Tampoco se debe recurrir bajo ningún concepto a trucos caseros para la observación del sol: no sirven ni las gafas de sol ni los cristales ahumados, radiografías, negativos o cualquier objeto parecido.

El peligro de la observación directa del sol se multiplica si se mira a través de cámaras de fotografía o vídeo. El riesgo es extremo en el caso de prismáticos o telescopios, instrumentos que concentran la luz y pueden llegar a quemar físicamente la retina. Afortunadamente los eclipses son fenómenos espectaculares y existen métodos para observar su progresión con total seguridad mediante la proyección de la imagen del disco solar.