Frenesí de precampaña

Grupos de la oposición en la comarca cargan contra la profusión de obras en la recta final del mandato - Las máquinas no se detienen ni de noche ni en días festivos, censuran

Operarios, ayer, en las obras de la piscina de Arteixo.

Operarios, ayer, en las obras de la piscina de Arteixo. / la opinión

A. P. | a coruña

Vallas, calles cortadas, farolas de estreno, visitas y más visitas a pistas recién asfaltadas y litros y litros de pintura en las fachadas de los centros sociales, pasos de cebra y mobiliario urbano. La comarca registra un ritmo frenético de obras en la recta final de la legislatura. En pueblos como Arteixo los operarios trabajan hasta de madrugada para finalizar el proyecto estrella del mandato: la nueva piscina municipal. Las adjudicatarias no bajan de ritmo ni los días festivos y ayer podía verse a los obreros trabajar a destajo en la nueva infraestructura arteixana y en la remodelación del edificio administrativo de Sada.

La oposición pone el grito en el cielo ante este frenesí de precampaña y acusa a los respectivos gobiernos de saltarse los derechos laborales de los trabajadores para llegar a tiempo al corte de cinta. Y los gobiernos justifican el acelerón en la necesidad de cumplir los plazos fijados para las obras. Un portavoz del Ejecutivo de Arteixo explicaba ayer que la piscina debe estar finalizada este mes, porque así lo establece el contrato. El PP niega que el objetivo sea llegar a tiempo para el corte de cinta y avanza que no está en sus previsiones inaugurar este flamante equipamiento.

La profusión de obras ha despertado las críticas de la oposición en buena parte de los concellos. El PSOE de Miño acusó recientemente al Gobierno local de acometer en los tres últimos meses todas las obras del mandato. "En vez de gobernar cuatro años, ha condenado a la ciudadanía a tres años y nueve meses de baches y farolas fundidas para, luego, darle tres meses de obras a toda prisa y sin planificación", denuncian los socialistas.

En pueblos como Aranga, la oposición asiste estupefacta al desfile político para inaugurar carreteras o entregar motobombas. Las visitas a rotondas se multiplican en los pueblos y suscitan más de un chascarrillo. Los nacionalistas de Betanzos han recurrido a la ironía y convocado un certamen fotográfico de "ñapas electorales" que día a día recibe nuevas instantáneas.

El PP betanceiro tampoco ha dudado en inmortalizar a los operarios de la calle Emilio Romay al filo de la medianoche. Los populares le afean al Ejecutivo que llegue "a los extremos electoralistas" de inaugurar de forma "precipitada" esta obra, que acumuló meses de retraso, y solo unos días después acometer mejoras "con nocturnidad" y "sin la menor consideración" hacia el descanso de los vecinos. El Gobierno municipal sostiene que fueron unos trabajos puntuales al constatar deficiencias en los pozos de saneamiento y que ejecutó los trabajos de noche para evitar cortes de tráfico durante el día.

Son polémicas que se repiten en casi todos los pueblos, inmersos en el frenesí habitual de precampaña. Días de promesas en los que, como acuñó un concejal arteixán en los pasados comicios, la comarca "apesta a asfalto".

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