El derribo de la antigua plaza de toros y de las instalaciones deportivas y jardines del Casino, en los años 70, dio lugar al desarrollo del proyecto de construcción de la plaza de San Pablo. El espacio, según destaca un arquitecto municipal en su análisis sobre la zona, destaca por ser "irregular" y por el abandono de su mobiliario público, así como por los desperfectos en su pavimento y las escasas zonas de esparcimiento con las que cuenta. El Ayuntamiento, a dos meses de las elecciones, sacó a concurso, con un presupuesto de 1,7 millones, la reforma de la zona. El 92% de la inversión, sin embargo, quedará aplazada hasta 2016 y 2017, pues este año el Gobierno de Carlos Negreira solo gastará 100.000 euros en el proyecto.

El examen de la plaza indica que las zonas de estancia o reposo presentan "un mobiliario incómodo, obsoleto o insuficiente" y se sitúan en áreas que, a menudo, resultan "poco agradables para ese uso por sus propias condiciones ambientales o de diseño". Además, el arquitecto advierte en el documento que solo existe una zona de juegos infantiles acondicionada, al tiempo que advierte que está "muy constreñida" debido a que se sitúa a lo largo del paseo de palmeras que sigue la acera de la calle del Magistrado Manuel Artime. Otra de las deficiencias detectadas es la "fuerte presión" que ejercen las áreas de aparcamiento de vehículos sobre el perímetro de la plaza, lo que resta presencia "al ámbito peatonalizado".

Uno de los puntos con mayores problemas de accesibilidad es la iglesia de San Pablo, según el informe, que también hace referencia a la "escasa calidad arquitectónica" del templo, resaltada "por su situación aislada en una de las zonas más ventajosas de espacio libre". La cubierta del estacionamiento es, para el arquitecto que elaboró la memoria, el espacio "más plano y extenso de todo el conjunto" que da acceso a una guardería infantil. "Aún siendo un ámbito con cierta afluencia de tránsito peatonal y bien orientado, permanece casi sin ningún tipo de uso, carente de mobiliario y con una canasta mal emplazada como único equipamiento excepcional", subraya.

El informe dedica un apartado al mal estado del pavimento y de la urbanización. La "antigüedad y envejecimiento" de ciertas áreas de la plaza, según el examen, hacen visibles "diversos desperfectos en las losetas y en el hormigón, con la capa superficial muy erosionada", lo que contribuye "a una imagen general de baja calidad o abandono". El documento concluye que la plaza de San Pablo se caracteriza por el "escaso cuidado del detalle, las deficiencias en el mobiliario urbano y la carencia de acondicionamientos para usos específicos, excepto el dedicado a parque infantil, lo que la convierte en un área "poco confortable".

El proyecto presentado por el Gobierno local para la zona apuesta por la mejora de la movilidad y la luminosidad, además de por la creación de zonas de estancia, la multiplicación "por cuatro" de la superficie destinada a juegos infantiles y la renovación del área deportiva. Las obras comenzarán, según el Concello, el tercer trimestre de este año.

El grupo municipal de Esquerda Unida-Os Verdes denunció ayer que los 1,7 millones que costará la remodelación tendrán que pagarlos "los futuros gobiernos". El líder del partido de la oposición, César Santiso, sostiene que Negreira será recordado "como el gran destructor de la economía de la ciudad y como un pirata de lo público que vació las arcas municipales".