Alvedro, un ejemplo en eficacia de gestión del tráfico aéreo

El aeródromo coruñés compatibiliza vuelos de compañía con prácticas de escuela y operaciones como ser base del Helimer, los helicópteros policiales y la aviación privada

EFE

El aeropuerto de Alvedro, en A Coruña, se muestra como un ejemplo en eficacia de gestión del tráfico aéreo, con un nivel de puntualidad de cinco puntos por encima de la media nacional.

La empresa FerroNats, que nació en 2011 de la unión de Ferrovial -compañía referente a escala europea en servicios de gestión y mantenimiento de infraestructuras de transporte- y NATS -líder británica en servicios de control de tráfico aéreo-, se encarga desde hace dos años de los servicios de control aéreo en A Coruña.

Lleva, junto al aeródromo herculino, la gestión de los aeropuertos de Alicante, Valencia, Ibiza, Sabadell (Barcelona), Sevilla, Jerez, Vigo, Melilla y Cuatro Vientos (Madrid).

Busca con su servicio la eficiencia y la calidad, algo que ha conseguido, según explica el director de Alvedro, Jesús Campo, satisfecho con lo logrado hasta ahora, con un porcentaje de puntualidad del 98 por ciento, un punto por encima de la media de FerroNATS y cinco más que la media nacional.

Su director general, Gonzalo Cañete, recuerda que no solo se ha aumentado la puntualidad, también a nivel global se han reducido un once por ciento los tiempos de rodaje, con el ahorro económico que supone para las compañías.

Hoy han organizado una visita para los medios de comunicación en A Coruña y han desvelado todos los secretos de una gestión de tráfico ejemplar, con cerca de cien operaciones algunos días, de las que unas treinta son comerciales.

El aeródromo coruñés tiene ciertas peculiaridades a las que los controladores se han sabido adaptar a la perfección, como el hecho de que compatibiliza vuelos de compañía con prácticas de escuela y otras operaciones como ser base del Helimer de Salvamento Marítimo, los helicópteros policiales y la aviación privada.

La pista lleva ya bastantes meses en proceso de ampliación, con el año 2014 completo, y eso no ha provocado ningún retraso ni ningún desvío, de lo que se enorgullecen en la empresa.

Detallan que los problemas habituales en A Coruña son la niebla y el viento de componente norte, que obliga a las aeronaves a despegar y aterrizar por la cabecera 03, lo que resulta sencillo para las salidas, pero complica mucho las aproximaciones.

No existe ningún procedimiento para llegar a Alvedro desde el sur en condiciones de vuelo instrumentales -entre nubes o con niebla-, por lo que hay pilotos que se ven obligados a optar por el desvío a Santiago de Compostela.

El encargado de detallar cómo funciona cada sistema de la torre de control ha sido su director, Miguel Villegas, que ha destacado la importancia que tiene para los controladores programar de manera adecuada la secuencia de las aeronaves, tanto para entradas como para salidas, ya que eso repercute de manera directa en los tiempos de espera.

Los profesionales tienen, en todo momento, información por radar de lo que hace cada avión, ven en diversas pantallas las condiciones meteorológicas precisas al instante y la predicción, se coordinan con otras dependencias y, como no podría ser de otra manera, tienen amplios ventanales para observar cada detalle de lo que sucede.

Nada queda al azar en turnos de dos personas, con una en activo y otra en descanso, desde que la aeronave contacta con la torre de A Coruña hasta que pasa a Santiago Aproximación, o en sentido inverso si está en llegada, con una sincronización perfecta.

En ello ha incidido el director de Operaciones y Formación de FerroNATS, Marcos Fliquete, quien ha destacado la profesionalidad y eficiencia de los controladores.

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