Un guardia civil acusado de agresión sexual niega los hechos durante el juicio

Una de las dos supuestas víctimas de presuntos delitos de agresión sexual que habrían sido cometidos por un agente de la Guardia Civil afirmó ayer en el juicio por estos hechos que lo había denunciado para que lo expulsaran del cuerpo. El acusado negó cualquier tocamiento o comentario obsceno y sostuvo que no sabía que las dos chicas eran menores de edad, de lo que se enteró durante la cena a la que ambas "quisieron ir" y que él tenía previamente organizada con un amigo.

La sección segunda de la Audiencia Provincial acogió ayer el proceso contra A.V.C. por unos supuestos hechos que ocurrieron en las localidades de Santa Cruz y Sada en enero de 2012. El Ministerio Fiscal pide siete años y seis meses de prisión para este agente de la Guardia Civil, al que acusa de haber cometido, presuntamente, un delito de agresión sexual y otro de agresión sexual continuada, por los que solicita 10.000 euros entre las dos indemnizaciones.

Una de las supuestas víctimas, que tenía 17 años cuando sucedió, presuntamente, lo enjuiciado ayer, ha comentado que tomó la decisión de denunciar varios meses después los hechos para conseguir la expulsión del acusado de la Guardia Civil. En su comparecencia, afirmó que había recibido múltiples comentarios obscenos durante la noche en que ocurrió lo que denuncia y que el procesado le había hecho tocamientos, primero en un restaurante en Sada, y más tarde había intentado besarla cuando la había seguido hasta el portal de su casa, ha relatado.

El acusado aseguró que ya de noche había acompañado a una de las chicas hasta el portal "para decirle que se cuidara con sus amistades porque siempre la veía con personas que tenían antecedentes policiales" y no para intentar besarla, como asegura ella. Preguntado por los motivos que piensa que llevaron a esta denuncia, opinó que "es una cuestión de dinero" y añadió que la abogada de una de las presuntas víctimas pidió 15.000 euros "para zanjar" el caso.