El Ayuntamiento y la Institución Benéfico Social Padre Rubinos firmaron esta mañana un convenio por el que la entidad asistencial prestará el servicio de recogida de ropa usada en el municipio coruñés, para lo que instalará 125 contenedores y pondrá en marcha la recogida a domicilio.

El concejal de Medio Ambiente, Enrique Salvador, calcula que cada ciudadano genera 7 kilos de ropa usada al año que se arroja a la basura, unas 1.370 toneladas, por lo que el Ayuntamiento se ahorrará 100.000 euros anuales en el tratamiento de estos residuos.

El acuerdo prevé que el 30% de las prendas se destine a la población marginal que atiende Padre Rubinos, otro 30% será restaurada para la venta de segunda mano y otro 30% se destinará al reciclaje, para lo que la institución en principio contratará a una empresa. Su objetivo es conseguir la certificación de gestor de residuos para poner en marcha un centro de reciclaje en su antigua sede de la avenida de Labañou, donde aún se encuentra el albergue, en el que dará empleo a personas sin recursos y parados con mayores necesidades sociales.

El plan de implantación de esta iniciativa, que no tendrá costes para el Ayuntamiento, prevé que se complete en el plazo de dos años. Padre Rubinos anunció además que negocia con varias entidades sociales su instalación en la antigua sede de Labañou para prestar servicios hasta ahora no ofertados en la ciudad y que espera que estén en funcionamiento a principios de 2016.