El exdirector xeral de Traballo de la Xunta de Galicia, Odilo Martiñá, ha reconocido hoy en los juzgados de A Coruña, durante su declaración como imputado en la Operación Zeta, que cobró del presidente de Azetanet, Gerardo Crespo, cuando lo asesoró, pero nunca mientras ocupaba este cargo público.

El Juzgado de Instrucción número seis de A Coruña investiga el cobro de subvenciones por el que ha imputado a treinta personas, entre ellas cargos públicos, organizaciones de autónomos, fundaciones y profesionales, por la supuesta comisión de los delitos de fraude de subvenciones o estafa y malversación de caudales públicos, falsedad documental, cohecho y blanqueo de capitales.

Este juzgado inició el 22 de diciembre de 2011 una investigación después de recibir un atestado del Grupo de Delincuencia Financiera y Fiscal de la Brigada Provincial de la Policía Judicial en A Coruña, que concluyó que determinadas entidades fueron receptoras de más de veinte millones de euros en subvenciones y adjudicaciones públicas relacionadas con la formación de autónomos.

Esta mañana, Odilo Martiñá ha entrado en sede judicial a las 9.30 horas, aunque no ha accedido a la sala hasta pasadas las 10:00 horas para declarar ante la juez durante cuarenta minutos, tras lo que ha reconocido que estaba "satisfecho" con su intervención.

Fuentes judiciales han revelado a EFE que, durante su declaración como imputado por los presuntos delitos de cohecho y tráfico de influencias, ha asegurado que no conocía ningún tipo de práctica ilegal y que todo lo que él sabía se había realizado correctamente.

En su caso se limitaba a hacer su trabajo, ha dicho, y ha manifestado que asesoró a Crespo, que es el principal imputado de la trama y militante en el Partido Popular desde la etapa de Alianza Popular, y que cobró por esta tarea.

Cuando lo nombraron director general de Traballo -puesto que dejó cuando se conoció la hipotética trama de la Operación Zeta- ya no volvió a recibir ninguna cantidad del presidente de Azetanet debido a que existe incompatibilidad entre ese puesto y otras tareas.

El antiguo jefe de servicio de Gestión Administrativa de Formación para el Empleo de la Xunta de Galicia, Joaquín Vila Sampayo, ha sido el segundo en acceder a la sala para declarar durante aproximadamente una hora.

Allí ha manifestado que se limitaba a hacer su trabajo y ha negado haber cometido cualquier tipo de irregularidad aunque, como los tres citados para hoy, está imputado por la presunta autoría de los delitos de cohecho y tráfico de influencias.

Además, ha afirmado que intercambió lotería con Gerardo Crespo y en su departamento recibieron regalos de poca cuantía, además de cestas de Navidad que llegaban de Azetanet y se repartían entre los trabajadores del servicio.

El último en declarar ha sido el que entonces era jefe territorial de la Consellería de Traballo e Benestar de la Xunta de Galicia en A Coruña, Luis Alberto Freijido, que también fue director del área de Servicios Provinciales de la Diputación de A Coruña.