Varios viajeros de autobús urbano de A Coruña han mostrado hoy su indignación porque el conductor de la línea 7 se ha saltado la parada en la Cuesta de O Parrote y después se ha negado a recoger a un pasajero, poco antes de una parada para tomar café, con el comentario de que "espabile".

Así ha sucedido esta mañana en la parada de O Parrote, que ha cambiado de lugar con motivo de las obras del túnel de la Marina y ahora se sitúa en medio de unas confusas líneas provisionales por estos trabajos.

Un grupo de pasajeros esperaba allí el autobús cuando se acercó un vehículo de la línea siete, en concreto el 406, al que uno de ellos dio el alto al ver que circulaba a gran velocidad, un intento estéril pues el conductor se limitó a hacer un gesto y a pasar de largo.

Todo sucedió en torno a las 11:00 horas cerca del Hotel Finisterre, justo cuando terminaba el desayuno de prensa con la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, y diversos medios presenciaron la rocambolesca escena, por lo que preguntaron a los afectados por lo sucedido.

Estos se manifestaron "indignados" por algo que "ya no es la primera vez que pasa, en especial con los jóvenes (conductores), puesto que "te obligan a estar pegado al poste de la parada y muy atento, si no, si llevan prisa o no les apetece, no te paran".

Uno de los pasajeros se dirigió caminando a su destino y, al pasar por el mercado de Monte Alto, donde termina la línea siete su recorrido, se encontró, para su sorpresa, al citado conductor, que estaba fuera del vehículo en una cafetería cercana.

Al verlo, el chófer lo reconoció y, para completar la indignación del afectado, le dijo que "espabile", tras lo que continuó con su trabajo en una nueva ruta, en este caso hacia el barrio coruñés de O Ventorrillo.

Desde la Compañía de Tranvías han explicado que el conductor reconoce la presencia de los pasajeros, pero asegura que estaban unos metros por detrás del punto de parada, por lo que cuando le dieron el alto ya no le fue posible detenerse porque contraviene las normas de circulación y se arriesga a ser sancionado.