El Gobierno central acostumbra a recurrir a fechas de inicio o de finalización cuando promueve importantes proyectos y los expone públicamente. Pero dar plazos de la duración de una gran obra o anunciar cuándo se pone en marcha o concluye una operación no es apuesta segura. El traslado completo de Repsol al puerto exterior de A Coruña presenta en cambio tantas incertidumbres hasta el momento que el Ejecutivo del PP se ampara en la imprecisa previsión de que "algún día" la compañía petrolera realizará todas sus operaciones en la dársena de punta Langosteira y abandonará definitivamente los muelles de San Diego.

Con esa respuesta despacha el Gobierno una pregunta formulada por el diputado del grupo de Izquierda Plural José Luis Centella Gómez, interesado en saber cuándo se completará el traslado de Repsol al puerto exterior. En la contestación vincula la posible culminación de la operación a la garantizada construcción de un oleoducto para la conducción de productos hasta Langosteira, aunque tampoco hay plazos anunciados para esta infraestructura.

"El hecho de que el nuevo poliducto que construirá Repsol entre la refinería y el puerto exterior se diseñe con capacidad para trasegar todos sus productos (no solo el crudo) muestra la voluntad de la empresa de acometer algún día el traslado completo, aunque no hay fechas ni plazos", reza parte de la respuesta institucional.

La multinacional petrolera suscribió con la Autoridad Portuaria un acuerdo en octubre de 2013 por el cual en el plazo de cuatro años y medio a partir de aquella fecha, hasta el 14 de abril de 2018, culminaría el trasvase del 60% de sus tráficos (petróleo, coque y azufre) desde la dársena interior hasta su terminal en Langosteira. Sobre el resto del proceso en una segunda fase en la que se llevarían a cabo otras actividades el convenio no ofrecía información.

En un acto con presencia de la ministra de Fomento, Ana Pastor, el presidente del Puerto, Enrique Losada, y el alcalde, Carlos Negreira, entre otras autoridades, nadie explicó cuánto tiempo permanecerían las instalaciones en San Diego y si su desmontaje comenzaría una vez que concluyese el de la descarga de crudo o antes de que terminase el plazo de cuatro años y medio establecido para ese primer traslado. Sobre el coste que para la Autoridad Portuaria supondría esa segunda fase o la superficie que ocuparía Repsol en Langosteira, tampoco hubo datos.

El Puerto aprobó en 2013 compensar a la compañía con 23,9 millones de euros por mudarse a la dársena exterior en la primera fase. La institución coruñesa abonaría esa cantidad en 15 años en partidas anuales variables, una cantidad diez veces más baja que la que Repsol empezó a negociar con la Autoridad Portuaria en 2007, 250 millones, y que a finales de 2012 ya había rebajado a 120 millones.

Otra de las dudas surgidas de aquella fecha calificada como "histórica" por el Estado, el Puerto y el Concello concierne a la construcción de una nueva conducción subterránea para transportar el crudo desde Langosteira hasta la refinería. En su respuesta al diputado Centella Gómez el Estado da por hecha -al utilizar el tiempo verbal futuro- esa ejecución, pero mientras no se trasladen todas las operaciones al puerto exterior no será posible desmontar el oleoducto actual que atraviesa el subsuelo de la ciudad. Repsol tampoco ha desvelado el futuro que le esperan a los terrenos ocupados ahora por esa infraestructura, que transcurre por Os Castros, O Castrillón, el Barrio de las Flores y el polígono de Elviña.

Un año de retraso

La contestación institucional al diputado de Izquierda Plural contiene una previsión más relacionada con el puerto exterior que echa abajo otra realizada con anterioridad por la ministra de Fomento. Ana Pastor avanzó en noviembre del año pasado que el acceso viario a Langosteira que permitiría enlazar mediante una autovía de seis kilómetros la dársena con la AG-55 estaría terminado en 2015. Ahora el Gobierno, según la respuesta a Centella, aplaza esa conexión viaria hasta 2016.

Los cálculos previos de Fomento fallaron en este caso. Incluso en marzo pasado auguraba que aún quedaban siete meses de obras. Los presupuestos del Estado para este año reservan una partida de casi 11,5 millones de euros para esta carretera al puerto exterior en la que prosiguen los trabajos, pero ya no guardan ninguna cantidad para el año 2016.