Antes de construir el puerto exterior de punta Langosteira se contrataron estudios y se realizaron numerosos ensayos de oleaje con la conclusión de que aguantaría hasta el más bravo temporal. No se pensó tanto en el oleaje interior, las ondas que quedan atrapadas dentro de una dársena y que sin ser grandes pueden traer muchas complicaciones al agitar demasiado las embarcaciones y dificultar los amarres. Esto tendría efectos disuasorios en potenciales clientes y como la Autoridad Portuaria de A Coruña, bajo la presidencia de Enrique Losada Rodríguez, quiere convertirse en el "gran puerto industrial y logístico del noroeste" español, acaba de sacar a contratación un trabajo de I+D+i para solucionar este "problema".

El Puerto ha licitado por 181.500 euros este trabajo dirigido a encontrar un paramento innovador, una protección para los muelles que evite problemas de agitación que dificulten el atraque de las embarcaciones y sobre todo que logre absorber la energía de las olas y evite el fenómeno del "coeficiente de reflexión", es decir, cuando parte de la energía del tren de olas no se disipa sino que genera otro tren de olas en sentido contrario al incidir contra un obstáculo, en este caso las paredes de la estructura portuaria.

La Autoridad Portuaria es ambiciosa e incluso incluye en esta licitación la posibilidad que algún ingeniero experto descubra, y pruebe que funciona, un paramento innovador del que se pueda hasta "obtener una patente comercial" y fabricarla luego para otros puertos con "problemas parecidos", según se explica en el pliego de bases de este contrato.

El organismo portuario, antes de lanzarse a encargar este estudio, elaboró una memoria para presentarle, el pasado diciembre, al presidente de Puertos del Estado y ver si podía contar con fondos europeos Feder para cofinanciar su proyecto. A principios de este año recibió el visto bueno y ahora acaba de licitar el trabajo que tiene que ser elaborado en un plazo de nueve meses.

"La funcionalidad de cualquier puerto viene condicionada por la agitación en el interior del mismo". Así aseguraba en un trabajo del año 2000 el catedrático de la Universidad de Cantabria y experto en Ingeniería Oceanográfica y de Costas Íñigo Losada Rodríguez. En este estudio analizaba precisamente modelos matemáticos y numéricos utilizados para el estudio de la agitación interior y su influencia en la funcionalidad del puerto, además de proponer nuevos modelos para su estudio. Este experto citaba el fenómeno de la resonancia portuaria, la amplificación de la energía de las ondas que quedan atrapadas en un espacio semi-encerrado como puede ser una dársena.

El pliego técnico de este contrato de la Autoridad Portuaria de A Coruña determina que el adjudicatario primero deberá revisar y analizar las condiciones actuales de "agitación de la dársena" de punta Langosteira, revisando incluso estudios de calibración efectuados en 2011 y 2013 por la Universidade da Coruña.

El trabajo incluirá el estudio de los coeficientes de reflexión y de amortiguación de los muelles y su contorno. El adjudicatario también revisará las patentes de los sistemas que existen ahora mismo en el mercado, nacionales e internacionales, explicando las características de cada uno, además de analizar la situación de dársenas de otros lugares que puedan presentar problemas de agitación similares "por su grado de exposición".

El objetivo final de este contrato del Puerto es que se le presenten alternativas de paramentos que, instalados en los muelles absorban la energía de las olas y analizando la "estabilidad" que tendrían "en las condiciones de la dársena de Langosteira" y también cuánto costaría fabricarlos (y qué empresas podrían hacerlos).

El adjudicatario podrá realizar los ensayos en modelos bidimensionales o tridimensionales, construyendo un tanque de oleaje o un canal de ensayo para reproducir fenómenos de turbulencia.

El Puerto nombrará a un responsable técnico que hará de director de este trabajo y realizará un seguimiento con reuniones trimestrales para analizar cómo van los trabajos, si se cumple el cronograma y se cumplen los objetivos. El copyright, la propiedad intelectual de estos trabajos, será exclusiva de la Autoridad Portuaria.

Durante la ejecución de Punta Langosteira, que según las previsiones tendrá un coste total y global de unos 750 millones de euros, se llevaron a cabo numerosos estudios de oleaje. En 2011 el Puerto encargó a la Universidade da Coruña la recreación de la primera fase del contradique para conocer el comportamiento del espigón ante la acción del mar y elegir la mejor opción constructiva.

Se realizaron modelos y se concluyó que la estructura planteada resistiría las condiciones meteorológicas más extremas durante largo tiempo. Se determinó que el morro del dique aguantaría perfectamente aunque en determinadas zonas laterales se podrían mover los bloques de hormigón.

En noviembre de 2013 el grupo de Ingeniería del Agua y del Medio Ambiente de la Universidad efectuó los análisis para la segunda fase, la prolongación del contradique que se iba a ejecutar al año siguiente. Se construyó una maqueta y se recrearon condiciones extremas en una gran piscina, y se determinó que podría aguantar temporales de más de quince metros.