Garantías de empleo y de salud para los trabajadores. Estas son las dos demandas principales que la plantilla de la Compañía de Tranvías ha expuesto a la dirección de la empresa en la negociación que mantienen por la renovación del convenio colectivo. Entre las medidas que el personal considera que han de fomentar la buena salud de los empleados está la reducción de las horas de trabajo anuales, algo que la compañía no les concede. Por esta razón y otras peticiones sin cumplir la plantilla presionará con una huelga el 22 y el 29 de mayo, según confirmó ayer una representación del comité de empresa.

Estos dos días -el viernes 22 es la víspera de la jornada de reflexión de las elecciones municipales- habrá servicios mínimos de transporte público, aseguran los empleados, aunque aún no se han pactado. La puerta a un nuevo encuentro con Tranvías para retomar las conversaciones y llegar a acuerdos aún está abierta, afirma el comité.

El convenio laboral recoge 1.810 horas anuales de trabajo, una cantidad rebajada desde las 1.826 máximas permitidas por ley y que cumplían los empleados antes de la última negociación. Aseguran que otras empresas del sector realizan una media de 1.750 horas al año, como ocurre en Vigo, ejemplo al que aludieron. "Reduciendo las horas paulatinamente cada año llegaríamos a las 1.760 horas en cuatro años", comentó ayer un empleado.

"Lo que pedimos no es ninguna locura, sino un trabajo más seguro, tranquilo y coherente, con horas de trabajo que consideramos adecuadas. Queremos asegurar nuestros puestos de trabajo y saber que llegaremos a la jubilación con cláusulas que son gratuitas pero que la empresa no quiere y no entendemos por qué", añadió el presidente del comité, Alberto Couselo.

Hay 248 trabajadores en la Compañía de Tranvías, de los que 212 son conductores que realizan su tarea en turnos de ocho horas seguidas. "Queremos unos horarios lo más saludables y llevaderos posible", insiste Couselo.

La plantilla reclama también que el convenio colectivo les garantice el mantenimiento de sus puestos de trabajo en el caso de que otra empresa obtenga la concesión del servicio en el futuro -la actual concluirá en 2023-, de manera que sigan contratados y desarrollen su actividad en la ciudad. Fuentes de Tranvías apuntan que "el 97% de la plantilla tiene contrato indefinido".

La representación laboral recordó ayer que el año pasado pactó congelar sus sueldos para evitar que subiera el precio del autobús en 2015 y ahora asegura que el único punto en el que la compañía llegó a un acuerdo con la empresa en el marco de la negociación del convenio fue el aumento salarial, que será de un 3% en tres años. "Todo lo demás está estancado, solo se habla de lo que la empresa quiere", comentan los trabajadores, que añaden que también han solicitado una reunión con el Concello, pero no han recibido respuesta.

Tranvías explicó este martes, tras conocer que los trabajadores convocarán dos días de huelgatrabajadores dos días de huelga, que tras las reuniones periódicas celebradas cada semana desde marzo se alcanzó un preacuerdo que "de manera súbita y sorprendente se rompió en una asamblea posterior".

"Tras dos meses trabajando para alcanzar un consenso y un preacuerdo, en cuatro días se rompieron las negociaciones y se convocó una huelga basada en reivindicaciones planteadas a última hora (...). Las demandas planteadas en ningún caso justifican una movilización que implica un gran trastorno para los usuarios del autobús y para los ciudadanos en general y que resultan abusivas e incongruentes", manifiesta la empresa.