Los extrabajadores de la fábrica de armas denuncian que carece de actividad tras su adjudicación, el pasado mes de septiembre, a la empresa Hércules de Armamento, a la que acusan de haber incumplido las compromisos adquiridos con el Ministerio de Defensa. Los exempleados celebrarán hoy una asamblea en la entrada a la factoría para analizar la situación que padecen "como consecuencia de la adjudicación por parte de Defensa a una compañía con posibles fraudes y falsedades documentales".

"La actividad industrial sigue sin arrancar. Incumplen las bases del concurso público. Exigimos a las administraciones que hagan investigaciones", asevera el expresidente del comité de empresa, Roberto Teijido, al tiempo que indica que sospecha que la intención de las administraciones es "especular con los terrenos". Los afectados denunciaron la situación ante el Gobierno central, la Xunta y el Ayuntamiento. Así, destacan que la postura de la Delegación del Gobierno, que se comprometió a realizar "las gestiones adecuadas", contrasta con la del regidor municipal, Carlos Negreira, y la delegada provincial de la Xunta, Belén do Campo. "No entendemos que el alcalde, que estuvo siempre con nosotros, mantenga ahora una postura tan light", señaló Teijido.

El expresidente del comité asegura, además, que Hércules de Armamento no invirtió los cuatro millones de euros que se comprometió a aportar antes de finalizar 2014, por lo que exige a las autoridades, a las que ya envió cartas sobre el asunto, que tomen medidas para no ser "copartícipes de esta farsa". Para el portavoz de los despedidos, el cese de cuatro directivos de la empresa como apoderados confirma que en la fábrica "no hay proyecto industrial". El Ministerio de Defensa, por su parte, mantiene que Hércules de Armamento cumple con los compromisos que figuran en el pliego de condiciones del concurso público que ganó y que le permite gestionar la factoría.