El urbanismo siempre es mejorable y sus soluciones no suelen encontrar el gusto de todos los paladares: lo que es útil y necesario en un barrio no sirve o desentona en otro. En las zonas urbanas de Oza, Os Castros, A Gaiteira y O Castrillón los vecinos cargan desde hace años con preocupaciones urbanísticas relacionadas con la accesibilidad, el tráfico rodado y la movilidad de las personas. Cansados de no ver atendidas sus propuestas o reclamaciones en el Concello, agrupaciones vecinales de algunos de estos barrios han contactado por su cuenta con una arquitecta y urbanista para desarrollar y dar a conocer diversos proyectos de mejora en calles, plazas y jardines.

Zeltia Vega Santiago, coruñesa que vive y trabaja en París desde hace casi cuatro años, ha sido la encargada de colaborar como voluntaria con los vecinos de Os Castros, Oza y A Gaiteira para idear soluciones urbanísticas encaminadas a reformar áreas abiertas y a hacer más cómodo y seguro el tránsito peatonal. Propuestas para el parque de San Diego, los antiguos jardines de la fábrica de tabacos, las aceras de la avenida de Os Caídos o remodelaciones de numerosas calles son algunos de sus proyectos, de los que el Gobierno local del PP ha llegado a tener conocimiento en los últimos cuatro años.

"Los principales problemas que hay en estos barrios se pueden resumir en dos: la calidad de los espacios y la movilidad de las personas. Por un lado, no faltan zonas verdes o de esparcimiento, pero su diseño y funcionalidad es cuestionable. Por otro, se prima demasiado el coche y hay obstáculos que dejan en el olvido a los peatones y dificultan los desplazamientos en bicicleta", explica Zeltia Vega.

Aceras "imposibles" alrededor de A Gaiteira, mobiliario que estorba, plazas en zonas donde da mucho el viento, espacios con excesiva superficie mineral o desatenciones ecológicas son algunos de los problemas diarios con los que conviven los vecinos de estos barrios.

Vega, que estudió dos años con una beca en la Universidad de Harvard y ha trabajado también como paisajista en la capital francesa, ha preparado estos proyectos de mejora a través de procesos de trabajo sobre el terreno cuando ha regresado a la ciudad y después, al volver a París, los ha ido desarrollando para enviárselos a los representantes vecinales. "No se trata solo de sacar cuatro o cinco fotos sino de estudiar el sitio a diferentes horas del día para ver cómo la gente lo percibe y lo usa, conocer un poco cómo ha ido cambiando con el tiempo y analizar el contexto", cuenta.

El ámbito en el que se ha centrado la arquitecta coruñesa ofrece soluciones alternativas diferentes a las tomadas tiempo atrás en estos espacios o que nunca se han llevado a cabo por el departamento municipal de Urbanismo. Para los jardines de la fábrica de tabacos propone dar uso ocioso a parcelas vacías donde se preveía edificar viviendas y reordenar los espacios verdes para invitar a pasar más tiempo de descanso en la zona, al estilo de algunos grandes parques europeos.

Para el parque de San Diego, inaugurado en 2001 sobre terrenos de carácter rural y transformado en zona verde, se cree conveniente darle un uso más definido al predominante césped, plantar más árboles para dar sombra a los peatones y más especies vegetales. "Una solución más acorde con una gestión sostenible", resume Zeltia Vega, en definitiva.

Y para numerosas calles de Oza, Os Castros y A Gaiteira la urbanista apuesta por dar anchura a las aceras de calles que ya son estrechas o construirlas donde no las hay y los coches están demasiado pegados a las fachadas de las viviendas, eliminar aparcamientos, instalar iluminación y elementos de mobiliario urbano. En una calle de gran pendiente como la avenida de Os Caídos se analiza incluso la integración en las aceras de rampas o escaleras mecánicas.